La hepatitis vírica es una inflamación del hígado causada por uno de los virus de la enfermedad que lleva el mismo nombre.

Esta enfermedad puede ser aguda, es decir, de corta duración, o crónica.

Cada una de estas enfermedades hepáticas difiere entre ellas tanto en su afectación, diagnóstico, prevención, tratamiento y pronóstico.

La doctora Eliam Rivas Polanco, gastroenteróloga explica que en un porcentaje elevado de casos la infección por los virus de la hepatitis no produce ningún síntoma hasta fases avanzadas y pasa totalmente desapercibido.

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La especialista asegura que es fundamental saber que si bien en algunos casos causan cuadros banales, en muchos otros provocan insuficiencia hepática grave, cirrosis hepática y cáncer de hígado.

Clasificación

“Las cinco cepas principales del virus son de los tipos A, B, C, D, y E. En particular, los tipos B y C provocan enfermedad crónica en cientos de millones de personas y, en su conjunto, son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer de hígado y hepatitis viral”, indica la médica.

Cifras

Se estima que en el mundo, 325 millones de personas sufren hepatitis B o C; y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, estas infecciones producen en conjunto aproximadamente 1,4 millones de muertes al año, de las cuales 47% se deben a la B; 48 % a la C y el resto a la A y E.

Esta es la segunda enfermedad infecciosa más mortífera después de la tuberculosis, y hay nueve veces más personas infectadas por los virus de la hepatitis B y C, que por el VIH, precisa Rivas. La experta indica que la trasmisión de los virus A y E se produce a través del agua y alimentos contaminados, por lo que una buena higiene en la alimentación y un tratamiento adecuado de estos puede ayudar a prevenir el contagio.

Los B, C y D se transmiten por la sangre y por las relaciones sexuales, por lo que una adecuada protección en la utilización de agujas, objetos cortantes y en el momento del coito pueden prevenirlas.

Síntomas

“La hepatitis en su etapa aguda pueden no producir ningún síntoma y pasar desapercibida. En otras ocasiones pueden manifestarse algunos inespecíficos, como malestar general, cansancio y náuseas.

Diagnóstico

El diagnóstico se hace a través de los síntomas y signos, análisis especiales y métodos de imágenes específicos para el Hígado.

Las hepatitis víricas se pueden prevenir, tratar y, en el caso de la A, E y C, curar; cada tipo tiene su tratamiento. Sin embargo, en todo el mundo más del 80% de las personas que la padecen carecen de servicios de prevención

Vacunas

Para el virus de la hepatitis A existe una vacuna muy eficaz que ya se está empezando a incluir en los calendarios de vacunación de países