Fueron tres valientes mujeres que enfrentaron con gran valor, sin miedo, la tiranía de Trujillo. Perseguidas, por ser hermanas de Juan Bosch, quien se fue al exilio desde 1938, no temieron abrir sus casas a opositores buscados por el régimen, como Mauricio Báez, Dato Pagán Perdomo, Mario Sánchez Córdova, Cocuyo Mieses Peguero, Carlos Lizardo, Cusa Pardo, Rafael Alburquerque Zayas-Bazán.
Tampoco vacilaron en visitar las cárceles La 40 y La Victoria donde en múltiples ocasiones servicios oficiales de seguridad llevaron a su otro hermano, José Andrés (Pepito) torturado hasta sangrar, obligado a firmar cartas renegando de Juan Bosch.
Ángela, María Josefina y Ana Dolores Guillermina Bosch Gaviño fueron ejemplo de firmeza, arrojo y decoro no solo durante la tiranía de Trujillo sino en momentos del golpe de Estado contra el hermano presidente, en 1963.
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También mostraron entereza al ver partir al exilio a don José Bosch Subirats y doña Angela Gaviño Costales, sus padres, quienes en su condición de extranjeros se asilaron en la embajada de México. Ana los acompañó. Fue un duro golpe para Ángela y Josefina que no solo los vieron alejarse, sino que durante años sufrieron su ausencia y su lejanía exiliados en Alajuela, Costa Rica. Ana buscó refugio, además, en La Habana y Nueva York.
Esta hermana menor colaboró con su hermano Juan en las luchas antitrujillistas. Fue una firme “militante contra la dictadura”.
Angelita intentó salir del país para someter a uno de sus hijos a una operación de emergencia. “Ningún médico se atrevió a realizarla”, y el gobierno le negó el permiso, indicó Evelyn Marte Rodríguez en su artículo “Los Bosch Gaviño” en Listín Diario de 2009. Es la autora del libro “Los Bosch Gaviño. Apuntes y gráficas sobre su historia familiar”, fuente de este reportaje. También de los trabajos “Juan Bosch, sus ancestros”, de los reconocidos genealogistas Víctor Arthur y Milcíades Humberto Núñez, publicados en Areíto en este diario.
“Ser los padres, hermanas o hermanos del profesor Bosch significó estar señalados como desafectos”, declararon familiares de los Bosch a Marte Rodríguez. José Oscar Orsini Bosch describió a las hermanas: “Mamá (Josefina) era la más familiar y diplomática, la que tenía dispuesta la mesa para que tío Juan y algún invitado comieran, la que atendió a los abuelos cuando regresaron del exilio. Tía Angelita era solidaria, con visión política, la que escondía a quien lo necesitara. Era los ojos y oídos de tío Juan. Una mujer de carácter fortísimo y radical…”. De Ana dijo el Dr. Leonel Fernández: “Ella también acompañó a Juan Bosch en la época de la dictadura. Fue una hermana solidaria. Anita, como la llamaba su familia, era la última de la generación Bosch Gaviño”.
Su sobrina, Milagros Ortiz Bosch la definió como una mujer honesta, vinculada a la fe, una ciudadana responsable y amante de la democracia. Añadió que la dama “se incorporó a todos los movimientos de resistencia contra la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo”.
Las tres hermanas. Ángela nació en Cabo Haitiano el 17 de agosto de 1922. Se casó con Virgilio Ortiz Peña con quien procreó a Virgilio, Milagros María y Fernando Arturo Ortiz Bosch. Angelita falleció en Santo Domingo el 17 de noviembre de 1984.
María Josefina nació en La Vega el 23 de septiembre de 1915. Casó con Osvaldo Orsini Escarré, padre de sus hijos Osvaldo y José Oscar Orsini Bosch. La afable Josefina falleció el 29 de diciembre de 1990. Ana Dolores Guillermina nació en La Vega el 26 de junio de 1924. Estuvo casada con Amado Suazo y falleció en Santo Domingo el siete de febrero de 2011.
El jurista Rafael Alburquerque dijo que las hermanas fueron heroínas de la vida y de la democracia. José Oscar Orsini Bosch resumió:
“El ejemplo de vida de las hermanas Bosch Gaviño ha sido para nosotros fuente de inspiración, compromiso de mantener un comportamiento digno”.
La calle Hermanas Bosch Gaviño fue inaugurada el 24 de mayo de 2011. Antigua “Interior B” de Mata Hambre.