Un hermano del coronel José Amado González González, asesinado el 24 de diciembre de  2009 y vinculado a José David Figueroa Agosto,  declaró ayer en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que el  allanamiento practicado por la Fiscalía y la Policía al apartamento del oficial no contó con orden judicial y que cuando la reclamó, en presencia de dos fiscales, se le dijo que la orden era de boca.

Bernardo González Gónzalez, hermano del malogrado oficial y quien se encontraba en el apartamento de José Amado, contó la forma como se hizo la requisa ilegal en la vivienda de la torre Anacaona, cuatro horas después del crimen.

Bernardo, interrogado como testigo de descargo de su cañada Madeline Bernard Peña, viuda de González implicada en la supuesta red de Figueroa Agosto por lavado de activos,   sostuvo que el allanamiento lo efectuaron los fiscales adjuntos José Dante y Manuel de la Cruz, en compañía de los coroneles Héctor J. Díaz (de la Policía Científica); Jacinto Minaya (de Antisecuestro), comandados por el general Enrique Pérez,  director  de Investigaciones Criminales.

   Sostuvo que se le informó que la intención era revisar el computador, para determinar si había alguna pista sobre el asesinato.

 Todos se defienden. Los ocho acusados de incurrir en asociación de malhechores y en lavado de activos con bienes del puertorriqueño Figueroa Agosto (preso en su país), empezaron ayer a mostrar sus pruebas documentales, materiales y las declaraciones de personas que entienden que probarán que no se aliaron a los negocios ilegales de Figueroa Agosto.

   El imputado Ivanovich Smester Ginebra incorporó cuatro pruebas al tribunal, por medio de su abogada Manuela Ramírez, para mostrar que tiene solvencia y que trabajó para ganar su dinero. Dijo que parte de sus bienes los ganó trabajando en Ucrania y que sus cuentas en bancos así lo evidencian.

 En tanto, el acusado Eddy Brito Martínez presentó para su defensa cinco pruebas materiales, una de ellas para comprobar que es de su propiedad la casa de la calle Burende, en el sector Los Cacicazgos, y a dos testigos: el albañil Ernesto Moreta Rodríguez y el pintor Jordany Tavárez, quienes dijeron que trabajaron en la remodelación de la citada casa de Los Cacicazgos.

Mientras el imputado Juan José Fernández Ibarra, a través de sus abogados Marino Elsevif y Richard Rosario, incorporó al tribunal 26 pruebas. Una, la certificación de la yipeta en que escapó Figueroa Agosto, para probar que la matrícula estaba a nombre de la importadora y que la pusieron a su nombre para hacerle daño. Otro documento para probar que es suyo el  apartamento de la torre Pedro Henríquez Ureña.

Adolfina Pelaéz proclama no lavó

La imputada Adolfina Revecca Peláez Frappier (Dolphy) volvió a afirmar ayer que no lavó dinero de José David Figueroa Agosto y que éste no aportó nada a su vida, porque lo que tiene lo consiguió trabajando desde los ocho años.

Le imploró a las juezas Giselle Méndez, Yuly Tamarí y Tania Yunes, que, “por favor, valoren las pruebas, que están ahí”. Adolfina habló luego de que sus abogados Freddy Mateo Calderón e Ingrid Hidalgo incorporaron 35 pruebas para mostrar su inocencia de los cargos que le formula la Fiscalía, por lavado de activos. Su defensa reunió a los cinco testigos de descargo, según Mateo, para no darle la oportunidad al Ministerio Público de intentar probar, lo que no pudo con su acusación.

Luego de presentarse   y explicar que por circunstancia  nació en  Estados Unidos, Adolfina aclaró  que “no lavó, planchó ni tendió para Figueroa”, porque aprendió de su padre a trabajar desde pequeña. Adolfina es hija del humorista MIlton Peláez, fallecido. Señaló que tuvo su carro a los 16 años, su apartamento a los 22  y se casó a los 28 . Antes de eso, había creado su empresa, la que dijo  le dejó los grandes beneficios.