Desde que la cirugía estética comenzó, ha ido avanzando hasta recorrer prácticamente toda la anatomía humana, especialmente la femenina. Rostro, pechos, cintura y piernas, entre otras partes del cuerpo, fueron siendo cinceladas por especialistas hasta alcanzar mayores estándares de belleza. Desde hace un tiempo le está tocando al lugar más íntimo: la vagina.
Y es que desde hace unos años, la vaginoplastia se ha puesto muy de moda.
Así lo explica la ginecóloga Juana Milagros Acosta, especialista en vaginoplastia y rejuvenecimiento vaginal, quien define este procedimiento como una cirugía que mejora eficazmente el tono muscular, la elasticidad y el control de la vagina.
La doctora informa que este procedimiento también disminuye eficazmente los diámetros interno y externo de la vagina y refuerza el cuerpo perineal (el área que se encuentra entre los órganos genitales y el ano).
La doctora explica que una vaginoplastia es necesaria cuando una mujer ha tenido varios partos vaginales y siente que este conducto se ha aflojado mucho.
Hay dos tipos de vaginoplastia: externa e interna. La primera es la que se hacía anteriormente por los ginecólogos tradicionales, principalmente por razones de incontinencia urinaria, también conocida como descenso.
En cambio hoy en día la operación ha tomado matices estéticos y la mujer busca tener una vagina que le permita disfrutar de su actividad sexual sin ningún complejo.
La operación en la zona exterior también es indicada en mujeres que nacen con malformaciones de los labios mayores y menores. Hay niñas que nacen con los labios muy grandes y eso con el paso de los años les afecta en lo físico y el psicológico; en este caso el procedimiento es muy necesario, explica la doctora. En esta situación la operación se hace después de su primera menstruación.
Acosta destacó que el método más utilizado en estos momentos es la vaginoplastia externa y las mujeres que más recurren a ella tienen entre 22 y 40 años de edad. Las mujeres que están entre los 20 y 24 se la hacen por hipertrofia de labios menores.
¿Vanidad o necesidad?
La operación más popular es, justamente, la labioplastia para reducir los labios vaginales. Ésta incluye operaciones para que la apariencia externa del conducto sea más atractiva o reformarla para contrarrestar la laxitud.
En ese sentido, la doctora Acosta explica que la mujer se hace la operación en estos días más por vanidad que por necesidad. Explica que el auge de esta operación se debe a que ahora la mujer explora su sexualidad y si no se siente conforme con la apariencia de su vagina, la cambia.
Calidad de vida
Hay mujeres que no usan pantalones ajustados pues tienen la vulva muy abultada. Otras no se dejan ver de sus parejas por inseguridad sexual. En ambos casos la reducción o reestructuración es una muy buena alternativa.
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El procedimiento
Labioplastia reductora con láser
Con este procedimiento se logra modelar los labios menores o labios internos de longitud desigual.
Perineoplastia con láser
Puede rejuvenecer el perineo flojo o envejecido, y también mejorar los labios mayores.
Labioplastia de aumento
Se transplanta grasa proveniente de la misma paciente, obtenida mediante la lipoescultura, a los labios mayores.
Lipoplastia vulvar
Consiste en sacar grasa del monte de Venus y de las partes superiores de los labios mayores. Produce un contorno estéticamente atractivo.
Himenoplastia
Es la reconstrucción del himen. Este procedimiento lo repara y le devuelve su firmeza.