Hernia discal, factores que la causan

Hernia discal, factores que la causan

Prevenir.
La hernia discal es la patología neuroquirúrgica más frecuente, y es la causa más común de dolor lumbar irradiado hacia al miembro inferior.
Causas de una hernia discal. La causa principal de la hernia discal es un sobreesfuerzo, con más o menos carga. Determinadas profesiones pueden predisponer a esta situación, como aquellas que obligan a cargas de peso repetidas y continuadas (mudanzas, repartidores de alimentos y bebidas, manipulación de personas con escasa movilidad, etcétera).
Movimientos repetidos con cargas más o menos grandes en los que la espalda sufra.
Situaciones como la obesidad o el embarazo. El aumento de peso corporal de la causa que fuere origina sobrecargas en la zona lumbar que desencadena desviaciones de la columna y una presión mayor sobre los discos intervertebrales dando lugar a protrusiones o hernias, o agravando las que existieran previamente.
Flexión o extensión repetida o brusca de la columna. Esto es frecuente hallarlo en algunas actividades deportivas.
Es una patología claramente más frecuente en los varones, quizá por su disposición física para la carga de material pesado o actividades más bruscas.

Las proteínas  aumentan la masa muscular

Ingerir proteínas de origen natural es suficiente para alcanzar la cantidad diaria recomendada de este nutriente necesaria para aumentar la masa muscular, sin que por lo tanto haya que recurrir a suplementos.
A pesar de ello, más de la mitad de los usuarios de gimnasios consumen suplementos de proteínas, según ha revelado un estudio de la Universidad de Granada, y en la última Encuesta sobre los Hábitos Deportivos en España (2010), alrededor de 360.000 deportistas reconocieron tomar algún tipo de suplemento dietético.
Los especialistas también advierten de que al tomar suplementos de proteínas se corre el riesgo de excederse, porque la cantidad de proteínas que consume el organismo suele ser inferior a la que se obtiene al añadir a las proteínas naturales de la dieta.

Deporte y buena  higiene íntima

Prevenir.
Al igual que damos importancia al calentamiento previo, antes de iniciar una actividad deportiva sea del tipo que sea debemos seguir una serie de pautas básicas para cuidar la higiene corporal y especialmente la de la zona íntima porque la sudoración y el roce de prendas, calzado y material deportivo, pueden contribuir a la aparición de infecciones.
En primer lugar hay que elegir el calzado y la ropa más adecuados para el ejercicio que vamos a realizar.
Es necesario primar la comodidad por delante de la moda y la estética y buscar aquellas prendas elásticas que mejor se adapten a nuestro cuerpo sin que aprieten, porque así podremos centrarnos en el ejercicio y evitaremos las molestias que nos puedan ocasionar la ropa y el calzado, al mismo tiempo que prevenimos la aparición de rozaduras e irritaciones.
También es importante que la ropa transpire bien y que esté confeccionada con el material adecuado para el tipo de ejercicio que vamos a realizar mejor materiales naturales que sintéticos y las condiciones meteorológicas, porque no es lo mismo correr que levantar pesas, y tampoco lo es hacer ejercicio en un gimnasio que practicarlo al aire libre.
Por ejemplo, en el caso de los calcetines es mejor que estén elaborados con algodón (100%).

¡Muévete!
Haz ejercicio a diario

Al igual que las bicicletas se oxidan si no las utilizas con frecuencia, tus músculos y huesos necesitan que los mantengas activos. El ejercicio es indispensable para mantener en forma el corazón y fortalecer los huesos.

Beber agua
Para eliminar toxinas

El 70% de nuestro cuerpo es agua, imprescindible para eliminar toxinas e hidratar todos los órganos. Apostar por el agua como bebida familiar es una opción de salud. Los zumos de frutas naturales son una buena alternativa, pero no conviene abusar de ellos, ya que contienen demasiados azúcares.

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