Héroes de junio

Héroes de junio

UBI RIVAS
Este mes de junio se cumplen 46 años de la irrupción de los expedicionarios del 14 y 19 de junio de 1959 por Constanza, el 14, y Maimón y Estero Hondo el 19, en un gesto heroico, noble, elevadísimo, por el sacrificio a sabiendas de la vida que implicaría ese riesgo y osadía, y cuya memoria aún clama por su redención.

Es decir, que el Programa Mínimo del Movimiento de Liberación Dominicana que traían en sus mochilas, lo que la ciudadanía agradecida reconoció como la Raza Inmortal, que inclusive inspiró al compositor Héctor Jiménez a componer un himno a su heroísmo y audacia sin parangón, aún permanece a la espera de que un gobierno «lo apadrine», le asigne vida, vigencia, valor, realidad.

Ese programa mínimo es como lo indica su epígrafe, muy reducido, y se contrae a que en lo político, para empezar, se proponía derrocar la tiranía del generalísimo Rafael Leonidas Trujillo iniciada el 23-02-30 y formalmente el 16-08-30, y propiciar un espíritu de gobernabilidad democrática, con sufragio universal válido, serio, libre, efectivo, sin cortapisas ni temor.

En lo social, propiciar una justa distribución de la tierra a los agricultores que con vocación de producir, asumieran el reto, no a campesinos opositores a la producción, vagos, logreros, politiquillos y sinvergüenzas.

Eso no se ha cumplido, porque todos los gobiernos han reducido el programa a simples distribuciones de tierras sin los condicionamientos indispensables para su óptimo resultado, como en Japón, Taiwán y el Estado de Israel.

En lo concerniente al primer párrafo, el político, los partidos se han limitado a circunferenciar los intereses de grupos, soslayando el proyecto de país al proyecto de partido, sin excepciones de los tres partidos políticos mayoritarios que gravitan pesadamente en nuestro maleado ambiente.

En lo alusivo a la economía, el Programa Mínimo del MLD proponía el desarrollo y protección de la industria con instituciones crediticias idóneas, expropiando el emporio amasijado mediante los métodos expeditivos abyectos que impuso Trujillo, que formaron CORDE y que resultaron en una «ínsula de Barataria» o un «festín de Baltasar» y que el presidente Joaquín Balaguer, adrede, permitió colapsar, como lo hizo al final con su PRSC, para que todo, luego de él, deviniese en diluvio, radiografía pérfida de su malsano interior intangible.

Propiciar una política de trabajo que comprendiera la absorción de toda la mano de obra ociosa de entonces, cuando éramos apenas tres millones de individuos, unos 300 mil desempleados, mientras que hoy somos nueve millones y 1.7 millones de desempleados.

Hoy somos un 65% de la población pobre, es decir, unos 5.4 millones, y un 28% en pobreza extrema, es decir, 1.8 millones.

El proceso industrial fue defectuoso porque privilegió a un grupo con el grueso de los financiamientos, y eso ha sido una realidad negativa tan repugnante, que HOY destaca su primer titular del 16 del presente mes denunciando que el 4.4% de los clientes de la banca recibe el 85% de los préstamos, mientras que el 95% del resto solo alcanza el 4%…

Esa posiblemente ha sido la principal culpable de que el país hoy no se encuentre en el nivel requerido de competitividad para firmar un TLC con USA y Centroamérica, previsto hace 46 años por La Raza Inmortal.

En lo atinente a la política internacional, auspiciaba concertar relaciones con los países conforme a nuestros intereses, no los de un sólo país devenido en superpotencia unilateral, que silencia la contradicción oponiendo su aplastante opulencia, situación que nos ha vetado incursionar libres con la Unión Europea, con los Tigres de Asia, en búsqueda de opciones solucionadoras a quebrar nuestro letargo económico y tras él, la oportunidad dorada para los irredentos, como lo pautó y soñó La Raza Inmortal. Nada de eso se ha hecho…

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