En medio de las fuertes lluvias que azotaron el pasado sábado los diversas sectores del país, los héroes sin capas pusieron en riesgo sus vidas, a fin de que otros no la perdieran.
Tal es el caso de Gregorio Salvador Castillo Ortiz, quien fue la primera víctima contabilizada por los organismos de socorro, quien perdió la vida tratando de alertar a sus vecinos sobre el peligro que corrían por el desborde de un río, que inundó el arroyo Las Vacas, en Sabana Larga, San José de Ocoa.
Gregorio, a sus 32 años, era miembro de los grupos de rescate de la alcaldía de su municipio y murió haciendo por lo que tanto amó, “salvar vidas”, así lo expresaron parientes, vecinos y las propias autoridades municipales.
Mientras, que en otra localidad una nevera vieja fue el medio para salvar la vida de personas arrastradas por el río Yuna en Arenoso.
Así lo narró José Antonio Paredes, conocido como Jack Veneno, quien dijo que le advirtió a las tres personas que iban a bordo del vehículo, que no debían cruzar, porque la chorrera estaba demasiado fuerte y la corriente los arrastraría, pero hicieron caso omiso.
Otro trágico final fue el de Jorge del Pozo, quien entró a su casa en búsqueda de resguardar a su familia, pero fue embestido por la presión de la cañada, muriendo en el intento.
Sin embargo, su esposa, la cuñada y dos sobrinos de la victima fueron rescatados gracias a un vecino que los ayudó a salir por el techo de la vivienda.