Con mayor énfasis que en cualquier época, el presupuesto nacional para el  2010  debe estar orientado a reactivar la economía, sumida en la recesión por la gran crisis, y promover el desarrollo. De los  RD$378,900 millones de su monto, RD$50,000 millones están destinados a infraestructura y a subsidios sociales, y las secretarías de Educación y Salud tendrán asignaciones de RD$4,000 y RD$5,000 sobre sus respectivas asignaciones del presente año.

Un aspecto notable es el sustancial aumento al presupuesto de Obras Públicas, de RD$19,898 en el presente año escala a RD$29,702.5, lo  que supondrá un impulso bastante importante a la industria de la construcción, un sector que genera plazas de trabajo y gran demanda  de bienes y servicios. Movilizar la economía es la consigna en esta hora de caída de nuestras exportaciones y los ingresos fiscales.

Queda pendiente trazar  políticas  y hacer  inversiones para provocar una mayor diversificación de nuestra economía. Hay que fomentar la producción de bienes exportables con mucho valor agregado, para generar plazas de trabajo y mejorar la competitividad del país en el mercado externo. La coyuntura actual demanda medidas de contingencia como las adoptadas, pero hay que pensar en políticas desarrollistas con efectos a mediano y largo plazos.

Predilección por las prisas

La aglomeración de personas en los lugares de emisión del marbete del derecho de circulación para vehículos de motor pone de manifiesto, una vez más, la predilección de muchos ciudadanos por las prisas y los sobresaltos. Dejar las gestiones para el último momento parece un rasgo difícil de arrancar de nuestra cultura. Para un buen número de dominicanos siempre habrá motivos para aplazar una obligación o echar a un lado la puntualidad.

La predilección por los sobresaltos tiene como contrapartida una  arraigada costumbre de pedir prórrogas para hacer lo que hemos debido hacer, en el caso de los marbetes, entre el 17 de agosto y el 17 de noviembre de este año. La adquisición del marbete es una obligación que se asume desde que se adquiere un vehículo de motor. Es tan vital como el mantenimiento del mismo. Ayer faltaban unos cien mil automovilistas por obtener este cintillo. Sin duda  predilección por las prisas y  sobresaltos.