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El futuro del Tratado de Libre Comercio suscrito por República Dominicana con Estados Unidos seguía estando ayer en manos de los dominicanos, dijo el embajador norteamericano Hans Hertell, quien mostró confianza en las gestiones del Presidente Leonel Fernández para lograr la eliminación vía el Congreso del impuesto de 25% a las gaseosas endulzadas con sirope de maíz rico en fructosa.
No descartaba además que el primer mandatario lograse alguna fórmula para que el sector azucarero nacional acepte la liberación impositiva lo que, insistió, sigue siendo imprescindible para que el convenio comercial, que regiría paralelamente con el suscrito por Washington con Centroamérica, llegue a ser una realidad.
La inclusión en la reforma fiscal -ya promulgada- del gravamen denunciado como barrera a la importación del jarabe provocó una intensa respuesta en contra de la diplomacia norteamericana.
El jefe de la misión estadounidense se defendió de acusaciones de injerencia en los asuntos internos del país y negó que alguna declaración suya en contra del impuesto pueda ser imterpretada como presión o amenaza a las autoridades dominicanas.
Dijo que todo lo que ha hecho es tratar de persuadir al Congreso, cuyas potestades soberanas reconoce, de que el gravamen es un obstáculo a la ratificación del TLC y de que con una eventual caída del convenio la República Dominicana estaría dejando pasar una oportunidad histórica de formar parte de un mercado que le representaría 281 millones de nuevos clientes para sus productos.
Dijo que en ningún momento ha hablado de la inminencia de sanciones a la República Dominicana de mantenerse el impuesto al uso del sirope de maíz en las bebidas gaseosas.
No puede afirmarse agregó- que Estados Unidos está tratando de perjudicar a la República Dominicana y que por el contrario, el Tratado de Libre Comercio que está en juego extendería a todo el territorio nacional el tratamiento preferencial que en estos momentos solo disfrutan en Estados Unidos las mercaderías de zonas francas.
Hertell conversó, durante un almuerzo en su residencia ayer, con ejecutivos periodísticos, antes de viajar a Santiago para participar en la inauguración de la feria Expo Cibao y posteriormente sostener un nuevo encuentro con el Presidente Leonel Fernández.
El embajador estadounidense no dio detalles de la reunión que sostuvo en el Palacio Nacional en la noche del lunes con Fernández y con los presidentes del Senado, Andrés Bautista, y de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco para tratar el tema del sirope y en la que Estados Unidos mantuvo su firme objeción al gravamen.
En la noche del martes, el primer mandatario dominicano recibió a ejecutivos del sector azucarero que mantiene una activa defensa del impuesto, entre elllos Eduardo Martínez Lima y Ramón Meléndez (Papo), del Central Romana, y Felipe Vicini, de la Casa Vicini.
Al anunciar el sábado que promulgaría la ley de reforma fiscal con la inclusión del impuesto al sirope rico en fructosa, Fernández prometió que inmediatamente después remitiría a las Cámaras otro proyecto de ley para suprimirlo.
También dijo que respaldaría un eventual reclamo del sector azucarero ante el comité de arbitraje de la Organización Mundial de Comercio.
Los productores locales de azúcar propusieron en su reunión con el jefe de Estado que República Dominicana solicite a Estados Unidos una revisión del Tratado de Libre Comercio en lo que se refiere al azúcar.
Dijeron que el país debe aspirar a que se excluya toda restricción al azúcar dominicano para ingresar al mercado norteamericano o en su defecto, recibir un incremento de la cuota preferencial como compensación a los efectos de la libre importación del sirope.
