MELBOURNE, Australia.(AFP). Lleyton Hewitt (N.3) rompió la maldición que le impedía pasar los octavos de final del Open de Australia de tenis en ocho participaciones, tras vencer al español Rafael Nadal en cinco duros sets, y mantuvo vivo el lunes Melbourne el sueño australiano del título.

Hewitt, que espera a los 23 años convertirse en el primer australiano en imponerse delante de su público después de 1976 (Mark Edmondson), levantó un 2-1 y se llevó el triunfo por 7-5, 3-6, 1-6, 7-6 (7/3), 6-2 en 3 horas y 53 minutos. Nadal, una vez más a la altura de su reputación de futura estrella mundial, dejó escapar el partido, su primero a este nivel en un Gran Slam, al perder dos veces seguidas su servicio al inicio de la manga decisiva, cuando los calambres en las piernas lo disminuían.

«Es una lástima porque me faltaba el número tres», djo entre risas el mallorquín de 18 años, que venció al suizo Roger Federer, número uno mundial, y Andy Roddick (N.2) en 2004.

Sobre una superficie demasiado lenta según su gusto, Hewitt deberá tener cuidado con su adversario de cuartos de final, el argentino David Nalbandián (N.9), que aplastó en duelo albiceleste a Guillermo Coria (N.6) por 5-7, 7-5, 6-3, 6-0, en el último partido de la octava jornada.

«Estoy feliz de haber llegado a cuartos de final otra vez –en Australia. Aunque es distinto por haber jugado con Coria, con el que nos conocemos mucho (…) Hewitt va a sentir más presión por ser local», señaló el cordobés, que se tomó revancha de la semifinal de Roland Garros el año pasado, mientras el santafecino no podía ocultar su desánimo por la derrota.

En el tablero femenino, las rusas vivieron una jornada negra con las eliminaciones de Anastasia Myskina (N.3) y Elena Dementieva (N.6).

Traicionada por su golpe de derecha, Myskina perdió con la francesa Nathalie Dechy, número 25 mundial. «No puedo decir que ella me ganó, sino más bien que yo perdí», estimó la campeona de Roland Garros, tras haber cometido no menos de 45 errores no forzados.

Dementieva se despidió del torneo ante la suiza Patty Schnyder, luego de ver la victoria de muy cerca. «¿Qué puedo decir? Ganaba 1-0, 4 juegos a 0 y 30-0. No aproveché mi posibilidad», afirmó la finalista de Roland Garros y del US Open en 2004, quien tuvo que soportar una ampolla enorme en el dedo gordo izquierdo del pie.

Cuando los rusos estaban representadas con siete jugadores en los octavos de final, un récord para este país en Gran Slam, sólo dos »muñecas» rusas continuarán su aventura en Melbourne: Maria Sharapova (N.4) y Svetlana Kuznetsova (N.5).

La primera preclasificada, la estadounidense Lindsay Davenport, continuó tranquilamente su camino hacia los cuartos de final al superar a la joven croata Karolina Sprem, de 20 años, por un doble 6-2, 6-2. En esa instancia se opondrá a la australiana Alicia Molik (N.10), que sacó del tablero a la estadounidense Venus Williams (N.8) en dos mangas, 7-5, 7/6 (7/3).

Andy Roddick (N.2) parece beneficiado también de un buen sorteo. Tras su victoria en tres sets contra el alemán Philipp Kohlschreiber, 102 mundial, en menos de una hora y media, 6-3, 7-6 (8/6), 6-1, el norteamericano afrontará al tenista menos favorito que sigue en carrera, Nikolay Davydenko (N.26). El ruso dominó al argentino Guillermo Cañas (N.12) en tres parciales, 6-3, 6-4, 6-3, tras estar a punto de abandonar a causa de un dolor en las costillas. «Tenía dificultades para respirar. Si se ponía 2-1, abandonaba», señaló Davydenko.