BEIRUT, (AFP).- El líder del Hezbolá libanés, Hassan Nasralá, amenazó este sábado con atacar las ciudades del centro de Israel si el Estado hebreo «continúa su agresión contra el pueblo» libanés, y criticó que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, regresara a Oriente Medio a «imponer condiciones» a Líbano.

«Rice regresa a imponer condiciones a Líbano en el marco de su plan sobre el nuevo Oriente Medio», declaró en la televisión de su partido, Al Manar, tras la llegada de la canciller estadounidense a Israel por segunda vez en una semana.

La secretaria de Estado norteamericana viajó el sábado a Israel para volver a entrevistarse con sus dirigentes sobre el enfrentamiento entre el Estado hebreo y Hezbolá.

«Afula es sólo el comienzo. Muchas ciudades del centro (de Israel) serán blanco de nuestro ataques si prosigue la agresión contra nuestro pueblo», agregó la misma fuente.

El viernes el Hezbolá disparó cinco misiles tierra-tierra contra Afula, a unos 50 km de la frontera líbano-israelí, sin provocar víctimas. Al menos uno de estos artefactos era de fabricación siria, informó a la AFP un alto responsable de la policía israelí especialista en explosivos.

Nasralá también aseguró que Israel no logró «ningún objetivo militar» en Líbano y que la «resistencia» del movimiento chiita libanés explica los llamamientos para obtener una solución negociada al conflicto.

«El enemigo no logró ningún objetivo militar. Todo lo que pudo hacer fue destruir las infraestructuras del país. Eso no son realizaciones militares, es salvajismo», aseguró.

«Si vemos hoy intentos de encontrar una solución a la crisis es a causa de la gloriosa resistencia de Hezbolá y del pueblo libanés», agregó.

«No hay que tener miedo de nuestra victoria», dijo además, ya que «será para todos los libaneses, de todas las confesiones, en todas las regiones, de todos los movimientos, para todos los musulmanes y los cristianos, y para todos los árabes, que están a nuestro lado contra la agresión».

«Según nuestras informaciones, Israel está dispuesto a detener la agresión, porque tiene miedo de lo desconocido y de empantanarse. Quien quiere proseguir la agresión es la administración norteamericana. Hoy más que nunca, Israel parece un instrumento dócil del proyecto norteamericano».