Por HAMZA HENDAWI
BEIRUT (AP) _ El grupo Jezbolá estrelló un avión no tripulado lleno de explosivos contra un buque de guerra israelí y lo incendió el viernes, después que la aviación de Israel destruyó el cuartel general del líder de la guerrilla islámica y los vínculos de Líbano con el mundo.

El ataque a la nave frente a la costa mediterránea de Beirut fue el incidente más destacado de una jornada violenta en el conflicto que estalló el miércoles, el cual parecía escalar sin control a pesar de los ruegos de gobernantes del mundo a las dos partes para que actuaran con moderación.

«Ustedes querían una guerra abierta y estamos preparados para una guerra abierta’’, dijo el líder de Jezbolá, jeque Hassan Nasrallah, en una declaración grabada. Juró atacar el interior de Israel con cohetes.

Israel volvió a bombardear el aeropuerto y las rutas principales del Líbano en la ofensiva más intensa contra el país en 24 años.

Por primera vez atacó el atestado vecindario chiíta del sur de Beirut en torno del cuartel de Jezbolá, derribó terraplenes y destruyó fachadas de edificios de apartamentos. Bloques de hormigón cayeron sobre autos estacionados, cuyas alarmas sonaron durante horas.

Tres días de enfrentamientos han causado 73 muertos libaneses y por lo menos 12 israelíes, mientras en el mundo crecía la alarma y los precios del petróleo superaban los 78 dólares el barril. El Consejo de Seguridad de la ONU realizó una sesión de emergencia y Líbano acusó al estado judío de lanzar «una agresión amplia y bárbara’’.

Además de los combates en el Líbano, Israel continuó su ofensiva en Gaza contra Hamas, atacando el Ministerio de Economía el sábado por la madrugada.

El ataque al navío israelí equipado con misiles indicó que Jezbolá agregó una nueva arma a su arsenal de cohetes y morteros contra Israel. El ejército de Israel dijo que el barco, dotado con decenas de marineros, sufrió graves daños.

Horas después del ataque el incendio fue sofocado y la nave remolcada a Israel. La televisora al-Yazira dijo que las fuerzas israelíes buscaban a cuatro marineros desaparecidos.

A pesar de temores de que el ataque provocara la caída del gobierno libanés, antisirio y apoyado por Occidente, el primer ministro israelí Ehud Olmert juró continuar la campaña hasta que las guerrillas del Jezbolá, respaldadas por Siria e Irán, pierdan el control del sur del Líbano, fronterizo con Israel.

Olmert aceptó en una comunicación telefónica con el secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan permitir una mediación de la ONU para lograr un cese del fuego, pero sólo si los términos de esa tregua incluyen la liberación de los soldados y el desarme de la guerrilla.

Jezbolá lanzó decenas de cohetes sobre poblaciones del norte de Israel. Un cohete mató a una mujer y su nieto en Meron. Unas 220.000 personas ocupaban refugios antiaéreos.

Los misiles israelíes que demolieron el cuartel de Nasrallah no alcanzaron a este, según la milicia. Tres personas murieron en los ataques aéreos.

El ataque al barco de guerra aparentemente fue planificado para coincidir con el mensaje de Nasrallah por la televisora de la milicia. «Las sorpresas que les he prometido empezarán ahora. Ahora en medio del mar, frente a Beirut, la nave de guerra israelí… miren cómo arde’’, dijo Nasrallah.

Funcionarios israelíes dijeron que el avión no tripulado aparentemente fue fabricado por Jezbolá. La guerrilla ha logrado enviar aviones espía no tripulados sobre Israel por lo menos dos veces en los últimos años.