POR HELEN JÁQUEZ
Es un elemento que siempre está presente en cualquier reunión, fiesta o bonche. Después de la bebida es en lo primero que se piensa. Nunca debe faltar. Es el encargado de mantener las bebidas a consumir a una temperatura agradable, por lo que su presencia es obligatoria.
Es de imaginarse que se está hablando de la eterna e inseparable amiga: la hielera. Usted puede pensar que la hielera solo se limita a conservar bebidas a bajas temperaturas. Es verdad, está en lo cierto.
Pero eso no quiere decir que éste artículo, que además de ser funcional, pueda ejercer una función decorativa en su hogar o lugar de reuniones recreativas. No vaya a pensar que nos referimos a la clásica hielera o neverita cuadrada de tapa roja o azul que regularmente se emplea para llevar a giras o viajes de larga distancia, y que muchas veces es utilizada como silla sustituta. No se equivoque.
Una hielera puede llegar a tener presencia y personalidad por sí sola, es un artículo que si se combina bien con la decoración base del ambiente, los vasos, copas y vajilla en general a utilizar, pueda captar todas las miradas.
Para todos los gustos y necesidades
Las hieleras viene en diferentes tamaños y formas, por lo que son de fácil movilidad y adaptables a los distintos espacios. Por la gran demanda de éstas, las puede encontrar en diferentes materiales como en cristal, son de las más usadas; su transparencia hace que estas sean una opción para toda ocasión.
También las hay en acero inoxidable, las cuales son más resistentes y conservan por más tiempo la temperatura de lo que en ella se coloca.
Las hay para todos los gustos y necesidades, por lo que existen hieleras eléctricas las cuales son exclusivas para colocar una botella de vino o de champán.
Pero si usted tiene un estilo más bohemio también las puede encontrar forradas en materiales orgánicos como el guano.