Hígado graso, ¿qué debemos saber?

Hígado graso, ¿qué debemos saber?

Por Dra. Emely C Bonilla. Médico Nutrióloga Internista Gastroenteróloga/@bonillaemely

En la actualidad es cada día más frecuente encontrar pacientes con esteatosis hepática (hígado graso) aunque esta nomenclatura ha sido modificada por enfermedad esteatósica hepática asociada a disfunción metabólicaMASLD. Esto cambió por deberse, no solo de un hallazgo casual en la práctica médica al realizar un estudio de imagen abdominal que nos reporte algún grado de esteatosis hepática, sino más bien por relacionarse de forma directa con otros trastornos en los pacientes, como es la obesidad, dislipidemia (colesterol elevado), diabetes mellitus e hipertensión arterial.  La sonografía abdominal es un método de imagen realizado en la práctica médica y es la forma más común de dar con el hallazgo de hígado graso.

Así como la MASLD no debe verse de forma aislada sino más bien acompañada de otras alteraciones a nivel de nuestro organismo, es la misma forma en la cual el médico debe abordarla.  Se clasifica desde el grado I hasta III, guardando relación directa con la cantidad de grasa acumulada en el hígado.  Es importante saber que las personas con grasa a nivel del hígado no presentan en la mayoría de los casos síntomas o pueden presentar alguna molestia leve que no interferirá con su vida cotidiana.  Los síntomas pueden ser – dolor o molestia en la parte superior del abdomen derecho, debilidad, náuseas, entre otros. Todos estos pueden estar presentes en cualquier otra condición médica por la cual esté cursando la persona. La MASLD va desde no tener ningún cambio estructural a nivel del hígado, evolucionando a inflamación del órgano, pudiendo llegar hasta la cirrosis hepática, que es la etapa final de las enfermedades hepáticas irreversibles.

Existen condiciones que favorecen a la acumulación de grasa a nivel del hígado, siendo una de las más importantes la obesidad lo cual está condicionada por la ingesta de alimentos mayor a los requerimientos, comidas ultra procesadas, ingesta de bebidas azucaradas, inactivada física, consumo excesivo de alcohol, etc.  Todos estos a su vez predisponen a las demás condiciones relacionadas a la disfunción metabólica como es la diabetes mellitus e hipertensión arterial, llevando a un manejo de forma integral para controlar todas estas condiciones de forma simultánea.

El hígado graso, aun siendo una condición frecuente en la población general, es prevenible, manejable y totalmente reversible.  Solo basta realizar ajustes en nuestro estilo de vida como – mantener un peso saludable, aumentar la ingesta de frutas, vegetales, evitar los aceites refinados, preferir el aceite de oliva y realizar actividad física.  Si la persona se encuentra en obesidad disminuir un 7-10% el peso actual puede mejorar el cuadro de manera importante.  Visitar a su médico gastroenterólogo y nutriólogo a fin de identificar la condición actual de su hígado, realizar una intervención rápida y oportuna que incluya recomendaciones alimentarias para poder evitar daños irreversibles a nivel del hígado y el impacto negativo que estos pueden tener en la calidad de vida de las personas.  Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a articulos@sodonuclim.org y nos puedes encontrar en @sodonuclim.