HIGÜEY. LA ALTAGRACIA. Este pueblo, que tiene uno de los mayores ingresos per cápita del país y que aporta más del 11 por ciento del Producto Bruto Bruto Interno, celebra otra vez las fiestas en honor a la Virgen de La Altagracia, sin agua potable y sus calles deterioradas.
A este grave problema se agrega la falta de un sistema de alcantarillado pluvial, lo que provoca que en los períodos de lluvias las heces fecales rueden por los contenes de los barrios periféricos de la ciudad, especialmente los ubicados en la parte Sureste
El obispo de la diócesis de esta provincia, monseñor Francico Nicanor Peña Rodríguez, ha pedido al gobierno priorizar recursos para la construcción del acueducto, debido a que la población padece los rigores de la falta del liquido.
El prelado dijo que ante la falta del viejo acueducto, construido a principios de la década del 70, las familias tienen que comprar agua potable a dueños de camiones cisternas, y las más pudientes han instalado pozos tubulares, que con el tiempo se han ido contaminando con las aguas residuales subterráneas
La organización Unidos por Higüey, que preside el ingeniero Dario Yunes, dijo que a pesar de estar en una zona bañada por siete ríos, es increíble que la ciudad de Higüey, a 500 años de haber sido fundada, no tenga agua potable.
Deploró que los hogares tengan que disponer de una gran cantidad de dinero al mes para poder abastecerse de agua potable, ya que una cubeta de cinco galones cuesta 10 y 12 pesos, y 150 y 200 pesos un tinaco mediano.
La venta de agua potable en camiones es notoria en los diferentes barrios de aquí, y la operación se ha convertido en uno de los negocios informales más lucrativos, explicó el señor Juan de Los Santos, quien durante más de tres decenios administró el viejo acueducto.
La gente con recursos holgados ha resuelto el problema de la falta del líquido mediante la instalación de pozos tubulares impulsados por electrobombas, que son construidos de manera indiscriminada lo que pone en peligro el nivel freático de la población, según afirmaciones de especialistas en la materia.
Otro grave problema que afecta la localidad es la falta de desagües, lo que junto a la carencia de agua se ha convertido en una gran dificultad que amenaza la salud de la población.
En ese sentido, el presidente de la Unión de Representantes de la Provincia La Altagracia, doctor, doctor Teófilo del Rosario, deploró el alto índice de enfermedades derivadas de la presencia de heces fecales y de las aguas negras.