Higüey, El Seibo y Nagua con miles de refugiados

Higüey, El Seibo y Nagua con miles de refugiados

POR LLENNIS JIMÉNEZ Y ELÍAS RUIZ MATUK
Todavía más de 20,000 personas están en refugios y más de 20,000 viviendas destruidas en las provincias del Este y Nordeste, donde autoridades de la Iglesia Católica advirtieron ayer que comienzan a aflorar la hambruna y los problemas sanitarios.

Monseñor Gregorio Nicanor Peña, obispo de La Altagracia, dijo ayer que todavía 12,000 familias en Higüey y El Seibo no reciben asistencia luego de que sus viviendas fueron destruidas por el huracán Jeanne, demás de que comienza a sentirse la hambruna y los problemas de salubridad en la región Este.

A su vez, el padre Rogelio Cruz, párroco de Nagua, dijo que en la provincia Maria Trinidad Sánchez hay más de 9,000 viviendas dañadas y los principales centros de producción, como factorías arroceras, los canales de riego, los caminos y las áreas de cultivo, están seriamente dañados.

Pidió que las autoridades lleven asistencia urgente y se cree un fondo para la reconstrucción de la infraestructura de producción de la zona.

SIN DISCRIMINACIÓN

En tanto, monseñor Peña, reclamó que la asistencia y los alimentos se distribuyan sin miramientos políticos porque «el hambre no tiene color».

Dijo que más de 200,000 tareas sembradas de alimentos fueron arrasadas por las inundaciones y los vientos del huracán.

En un censo que hizo la Iglesia, dijo monseñor Peña, se determinó que hay más de 10,000 viviendas que resultan inhabitables porque les faltan lo techos o están totalmente destruidas, hay todavía más de 3,500 personas en refugios y escuelas y capillas tienen daños.

Advirtió que la politiquería está afectando la distribución de alimentos, debido a que se excluye a grupos, lo que mengua la efectividad de las ayudas y crea fricciones.

Mientras que el síndico de El Seibo, Juan Valera, indicó que todavía hay seis comunidades del municipio incomunicadas y otro puente se derrumbó anteayer.

Dijo que un censo elaborado por la Iglesia se detectó que en Higüey hay 160 familias sin viviendas; en Nisibón 32; en Miches 300, y en El Seibo 805, lo que indica que hay 1,297 casas destruidas.

También en el censo se estableció que hay 7,352 casas destechadas, de las cuales 1,870 están en Higüey; en Nisibón 756, en Miches 1,400 y en El Seibo 3,307.

Monseñor Peña dijo que todavía hay en refugios 3,530 personas, de las cuales en Higüey hay 980, en Nisibón 650, en Miches 980 y en El Seibo 900.

Precisó que además alrededor de 60 capillas sufrieron daños con el paso del huracán, mientras que unas 70 escuelas tuvieron diferentes daños.

Dijo que la ayuda del gobierno está comenzando a llegar, especiales materiales para hacer las reparaciones.

Monseñor Peña dijo que hay peligro para la salud de las personas que aún están en los refugios.

Informó que el pasado viernes las autoridades de la secretaría de Salud Pública fumigaron y realizaron un operativo de limpieza para eliminar objetos que podrían incrementar la crianza de mosquitos.

«La hambruna ya se comienza a sentir, porque la agricultura fue totalmente destruida», dijo el obispo.

Explicó que en Higüey fueron 585 tareas con diferentes productos fueron destruidas, en Nisibón 30,232 y en Miches 70,616. En El Seibo, indicó, se perdieron ciento y pico de miles de tareas de cacao, arroz, cítricos, plátanos y otros víveres. «Todos los rubros alimenticios fueron prácticamente arrasados aquí», dijo el sacerdote.

Dijo que en los primeros días la gente comía lo que dejaron las lluvias, pero se agotaron los alimentos en los campos.

«Aquí hubo muchos daños. Pero estos son daños que no se reparan de un día para otro», dijo.

El obispo de La Altagracia agradeció la asistencia que están ofreciendo la secretaría de Agricultura, el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) y la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA).

Indicó que el puente que conecta El Seibo con Hato Mayor está semidestruido y en peligro de caer.

Dijo que tienen muchas dificultades con la comunicación por carretera con Higüey a través de un camino vecinal por El Cuey porque el trayecto es muy largo, con mucho fango y con un gran taponamiento que hace fatigoso y lento el viaje.

PADRE ROGELIO

En la provincia María Trinidad Sánchez fueron destruidas por el hurAcán Jeanne al menos 123,000 tareas de arroz, seis factorías y 9,000 viviendas, dijo el párroco Cruz, quien estimó las pérdidas en RD$128 millones.

El padre Cruz dijo que las comunidades de la zona Este y Nordeste del país han constituido un comité de emergencias para dar a conocer los daños porque han recibido una respuesta muy tímida por parte de las autoridades.

En una comunicación enviada al presidente Leonel Fernández, autoridades gubernamentales, el padre Cruz afirmó que entre las infraestructuras afectadas hay seis factorías cuyas pérdidas se calculan en RD$34 millones, así como otras obras hidráulicas como el dique de El Pino y compuertas de los canales de riego.

Dijo 9,00 viviendas fueron afectadas, algunas totalmente y otras con daños graves, y a consecuencia de ello «tenemos todavía familias damnificadas».

La carta explica que también fueron dañados alrededor de 500 kilómetros de caminos, drenajes, canales y  puentes, entre las que está la estación de bombeo de Arenoso, «que ya agotó su vida útil».

El padre Cruz pidió que las autoridades reactiven la agricultura para lo cual demandan materiales de siembra para distribuirlo a las Asociaciones y Federaciones de Agricultores.

También solicitó una compensación para la próxima siembra arrocera en diciembre por el valor de la semilla que utilizarán, la preparación de terreno y los fertilizantes de la primera aplicación lo que representaría RD$998 por tarea.

Asimismo el padre Cruz propone operativos masivos para resarcir por las viviendas destruidas.

«Para las infraestructuras planteamos la creación de un fondo de emergencia a fin de rehabilitar las factorías, diques y compuertas», propuso el Cruz en la carta.

Asimismo que ese fondo provenga de los impuestos cobrados y por cobrar por la reliquidación de los impuestos del arroz importado.

De igual forma propone que se lleven alimentos en abundancia a la zona, ya que fue destruida la mayor parte de los cultivos.

También reclamó asistencia para prevenir problemas de salud.

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