Higüey padece una de las crisis de agua potable más aguda en los últimos 20 años, a pesar de estar en una zona bañada por siete ríos y aportar más del 11% al Producto Bruto Interno.
A este problema se agrega la falta de un sistema de alcantarillado pluvial, lo que provoca que en los períodos de lluvias las materias fecales rueden por los contenes de los barrios, especialmente de las periferias del arroyo Cagüero, como sucedió en los días de las tormentas Noel y Olga.
Es increíble que el pueblo de Higüey, con más de 500 años de fundado y tener uno de los mayores ingresos pér cápita del país, no tenga agua potable para consumo humano y labores domésticas, afirmó Teófilo del Rosario Perozo, vicepresidente de la Unión de Representantes de la provincia La Altagracia (URPA).
En esta población la gente invierte diariamente entre 30 y 60 pesos en la compra de agua, y los que tienen tinacos y cisternas de 500 galones en adelante gastan alrededor de 500 pesos a la semana en la compra de agua para uso doméstico.