Un libro de la hija menor del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, que gobernó entre 1930 a 1961, intenta lavar la figura de su padre exculpándolo de uno de los crímenes que se le atribuyen: el de las tres hermanas Mirabal. AFP

En el libro «Trujillo, mi padre», que sale a la venta este jueves, Angelita Trujillo plantea que el asesinato de las hermanas Mirabal en 1960, protagonistas del libro de Mario Vargas Llosa «La fiesta del chivo», no fue ordenado por el gobernante.

«Fue el jefe de las Fuerzas Armadas, José Román Fernández, quien traicionó a su padre en una conjura para desacreditar al régimen», según apartes del libro publicados por el periódico Listín Diario.

Según la autora del texto, que será presentado simultáneamente en Miami y Santo Domingo, Fernández ordenó el crimen siguiendo órdenes de Luis Amiama Tió, uno de los autores de la emboscada en que Trujillo murió acribillado el 30 de mayo de 1961.

Las tres hermanas fueron asesinadas cuando regresaban de visitar a los maridos de dos de ellas, presos por conspiración. El episodio es considerado como el inicio del fin de la era Trujillo, durante la que se produjeron miles de asesinatos.

En 1999 la Asamblea General de la ONU declaró la fecha del fallecimiento de las Mirabal Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Angelita Trujillo insistió en que, con ese crimen «horrendo y detestable», el gran perdedor fue su padre, que se puso «furioso» al enterarse, mientras que los ganadores fueron «los conspiradores».

La publicación del libro provocó reacciones encontradas en República Dominicana.

«Trujillo fue un dictador, un mal esposo, por más cuentos que nos cuenten sobre su amor por su esposa, y fracasó con sus hijos. Su único ‘éxito’ fue mantenerse en el poder por más de treinta años por medio del robo, el crimen y el oprobio», sostiene un editorial del Diario Libre.

Por su parte, el dirigente socialdemócrata Milton Ray Guevara calificó de «calumnia» las afirmaciones del libro e instó a la familia de Amiama Tió a presentar una denuncia judicial.