LA HABANA. AFP. Extrañados por el bajo perfil que mantiene Fidel Castro desde hace semanas, los cubanos saludaron en las calles la caravana que reeditó la entrada triunfal de Fidel Castro a La Habana hace medio siglo, sorpresivamente encabezada ayer por el primogénito «Fidelito».
Vestido de verde olivo, Fidel Castro Díaz-Balart, de 59 años y quien tiene un gran parecido con su padre -incluida la barba-, recorrió varias calles de La Habana a bordo del jeep que encabezó la caravana, junto a la voleibolista Regla Torres y el meteorólogo José Rubiera.
«Me siento muy emocionado con el cálido recibimiento que el pueblo de la capital ofreció a los barbudos de estos tiempos», dijo Díaz-Balart.