Hijos de Trump dirigen la compañía y analizan expansión

Hijos de Trump dirigen la compañía y analizan expansión

 

NUEVA YORK. Ya no son aprendices. Eric y Donald Trump Jr. ahora están al frente de la Organización Trump y se ajustan a una realidad que incluye la presidencia de su padre, por lo que analizan maneras de usar el nuevo aliciente en la fama de la familia para expandir la marca a las regiones de Estados Unidos que la acogen.

Algunos negocios se han desacelerado como resultado de la promesa de postergar la búsqueda de tratos internacionales mientras Trump es presidente. Pero se planea darles un impulso en Estados Unidos, y se está sopesando lanzar dos nuevas cadenas hoteleras una marca de cuatro estrellas y una línea menos lujosa, posiblemente en estados en los que el mandatario venció a su rival demócrata Hillary Clinton en noviembre pasado.

“Pienso que las cosas se facilitan naturalmente si uno va a lugares que no le son antagonistas”, declaró Donald Trump Jr. en una entrevista reciente.

La Organización Trump es un negocio privado operado por la familia que posee millones de dólares en hoteles, edificios de oficinas, campos de golf y acuerdos de administración y de concesiones.

Si bien los tratos en el extranjero se encuentran postergados, la compañía completará proyectos existentes, entre ellos algunos en la India, los Emiratos Árabes Unidos y la República Dominicana.

Debido a que los mercados fuera de Estados Unidos han sido mejores para la marca Trump, la empresa podría perder algunos ingresos nuevos, insinuaron los hijos del presidente.

A fines del año pasado, la compañía anunció la creación de una cadena de hoteles de cuatro estrellas llamada Scion, que pretendía ofrecer un servicio de lujo en ciudades estadounidenses donde la venta por parte de Trump de propiedades lujosas con todas las comodidades y atractivos no sería negocio.

Se han firmado más de dos docenas de cartas de intenciones, si bien las labores de construcción aún no han iniciado.

Entre las posibles ubicaciones que están siendo analizadas se encuentran Texas, partes del sur de Estados Unidos y quizá la capital del país, donde el hotel existiría junto con la propiedad de lujo de Trump en el edificio que solía ocupar la antigua Oficina Postal, no muy lejos de la Casa Blanca.

La compañía también se encuentra en las primeras etapas de análisis para determinar si lanza una cadena de hoteles de tres estrellas.

Los expertos afirman que el plan no parecería entrar en conflicto con ninguna norma ética, incluso si los hoteles terminan siendo construidos en alguna de las regiones económicamente golpeadas cuyos votantes respaldaron a Trump y no podrían pagar una marca de lujo.