Criar a los hijos, una tarea tan amorosa como compleja para los padres de aquí, allá y en todas partes. Muchas veces sin quererlo, los padres trasmiten ciertos patrones a sus hijos, un molde que años más tarde es difícil de quitar.
Es aquí donde aparece el trastorno narcisista de la personalidad. La dinámica familiar de un niño es uno de los predictores más significativos de las tendencias narcisistas, incluidas la superioridad, la grandiosidad, el derecho y la falta de empatía, en la edad adulta.
Según indican muchos expertos en psicología, todo el mundo tiene un componente narcisista.
El narcisismo es parte innata del ser humano, y es una etapa clave de desarrollo para adolescentes y adultos jóvenes. Pero, cuando el narcisismo comienza a interferir con la forma en que una persona funciona en su casa o el trabajo.
Sin embargo, ese rasgo se convierte en un problema que puede incluso virar hacia un trastorno de la personalidad. Los narcisistas creen genuinamente que son únicos, que tienen derecho a un tratamiento especial y tienen una necesidad irrefrenable de admiración y validación a cualquier costo.
Lee más: Un manual para evitar que las «personas tóxicas» desequilibren tu vida
Entonces, ¿cómo educar a nuestros hijos? ¿Qué se debe tener en cuenta en relación a este trastorno narcisista? Según la experiencia del neurocientífico Cody Isabel, los padres que cometen estos tres errores dañinos y tienen más probabilidades de criar hijos narcisistas:
1. No reconocer los propios comportamientos negativos
Los niños aprenden observando y reflexionando, lo que significa que pueden adoptar sus acciones negativas. “Digamos que un camarero estropea su pedido. En lugar de manejar la situación con gracia, humillas y le gritas al mesero. Su hijo observa y piensa que la forma en que usted reaccionó está bien”, dice Cody Isabel, quien además es cofundador de Rewrite and Rise, un servicio de entrenamiento que utiliza la neurociencia y la ciencia del comportamiento para ayudar a adultos y niños a superar los desafíos de salud mental y mejorar su bienestar general.
Por eso es tan importante enseñar y demostrar a sus hijos cómo es la inteligencia emocional, particularmente el componente de empatía. La buena manera de empezar es ayudarlos a reconocer cómo se sienten. Ponerle un nombre por ejemplo a la emoción que sospechamos que está experimentando. Por ejemplo: “¿Te sentís herido o decepcionado por lo que hizo tu amigo?”.
“Practicar la inteligencia emocional les facilitará expresar sus sentimientos y ser conscientes de cómo se sienten los demás en el futuro”, dice Isabel.
2. No reflejar o validar las emociones de nuestro hijo
Si uno se hace el distraído o ignora las emociones de sus hijos, esencialmente les estará enseñando que lo que sienten está mal. “Como resultado, tendrán dificultades para regular sus comportamientos, lo que puede generar una serie de problemas a medida que envejecen, desde comportamientos insensibles como la adicción hasta comportamientos protectores como la grandiosidad, que es un rasgo narcisista común”, dice Isabel.
Un estudio también han encontrado que la vergüenza, la inseguridad y el miedo están en la raíz del yo interior del narcisista. Reflejar requiere que uno conozcas a su hijo lo ayude a etiquetar sus emociones. “Validar sus emociones significa hacerles saber que lo que sienten es razonable”, agrega el especialista
Y pone un ejemplo. Imaginar que estamos recogiendo a nuestro hijo de la escuela. Nos subimos al coche y nuestro hijo da un portazo con cara de enojado. En lugar de avergonzarlos por tener una mala actitud, conviene imaginarlos diciendo: “Parece que tuviste un día horrible en la escuela ¿Qué sucedió?”
Una vez que te hayan dicho lo que sucedió, hay que validarlos y decir: “Eso no está bien. Puedo entender por qué estás molesto”. Esto no significa que uno como padre esté de acuerdo o en desacuerdo con su respuesta emocional. “Simplemente les está haciendo saber que la forma en que se sienten es aceptable”, dice Isabel
3. No darnos cuenta de los comportamientos narcisistas del niño
“Si su hijo se enfurece en público porque no se sale con la suya, no deje que suceda. En situaciones como esta, no necesita avergonzar a su hijo, pero es importante sacarlo de la situación”, dice el experto, quien recomienda hacer tres preguntas: ″¿Qué sucedió?”, ″¿cómo te sientes?” y “¿cómo crees que tu reacción está haciendo sentir a la otra persona (o a las personas que te rodean)?”
“En lugar de aceptar su disfunción emocional, los está ayudando a flexibilizar sus habilidades de empatía, conciencia social y regulación emocional, todo lo cual es esencial para desarrollar la inteligencia emocional”, dice el neurocientífico, Ahora bien: ¿cómo podemos saber cuándo nuestros hijos muestran comportamientos narcisistas? Hay varias pruebas que se pueden hacer. Si sucede algo malo durante una película que están viendo o un libro que están leyendo juntos, conviene preguntarle qué creen que pueden estar sintiendo los personajes.
Si dicen: “Se sienten tristes o enojados”, entonces el nivel de Inteligencia emocional de nuestros hijos está en el camino correcto. Pero si explotan o dicen que no les importa cómo se sienten los personajes, será una señal que hay mucho por hacer.