Washington, (EFE).- Los pormenores de la boda de Chelsea Clinton con Marc Mezvinsky el 31 de julio en Nueva York son el secreto mejor guardado en EE.UU., pero su madre, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró hoy que ese día, habrá lágrimas.

En una breve entrevista concedida a la cadena de televisión NBC, la jefa de la diplomacia estadounidense aseguró desde Pakistán que sus «labios están sellados» todavía por «estricta orden» de su hija Chelsea que ha prohibido a sus famosos padres hablar de su boda.

No obstante, Clinton afirmó que ella y su esposo vivirán uno de los días más emotivos de su vida cuando su única hija dé el sí quiero a su prometido y novio desde 2005.

Ese día, el ex presidente Clinton, como padre de la novia, tendrá un papel destacado.

«Deberían suponer que si él consigue llegar con entereza al altar será todo un logro», dijo la secretaria de Estado.

«Él se va a ver desbordado por las emociones, al igual que yo», afirmó riéndose Clinton, quien agregó que ambos están deseando que llegue el día de la boda de su hija. «Estamos muy felices», señaló.

El evento del año en EE.UU. ha sido tratado como si fuera un secreto de Estado, pues ni siquiera se ha filtrado el nombre del modisto que vestirá a Chelsea en su gran día y la lista de invitados sigue siendo, a dos semanas de la cita del año, un misterio.

El lugar del enlace es fruto de especulaciones, que apuntan a que la única hija de Hillary y Bill Clinton se casará en una finca de Rhinebeck, en el norte de Nueva York.

Los Clinton, que han protegido celosamente la privacidad de su única hija desde que llegó con doce años a la Casa Blanca, han cumplido con su palabra y no han soltado prenda sobre el matrimonio.

Entre las contadas declaraciones sobre el tema, están las que hizo la secretaria de Estado en febrero, cuando dijo a la CNN que planear la boda de su hija era «probablemente igual de difícil» que negociar la paz en Oriente Medio.

El ex presidente, por su parte, ya ha confesado que probablemente llore el día de la boda y ha reconocido que su hija le ha pedido que pierda casi siete kilos antes del gran día.

Chelsea Clinton y su futuro esposo, Marc Mezvinsky, se conocieron en Washington cuando los dos eran adolescentes y estudiaron juntos en la Universidad de Stanford (California), aunque no empezaron a salir hasta el año 2005.

El joven, que trabaja en Nueva York, es, como su prometida, hijo de dos políticos, Marjorie Margolies-Mezvinsky y Edward M. Mezvinsky, ambos ex congresistas. EFE