WHITE PLAINS, Nueva York. Hillary Clinton regresó a sus actos de campaña el jueves, luego de un ataque de neumonía que la alejó durante tres días y que revivió los cuestionamientos sobre la transparencia de la candidata demócrata y su rival republicano Donald Trump sobre sus respectivos estados de salud.
La campaña de Clinton respondió con una nueva carta de su médico el miércoles que la declaró “apta para servir” como presidenta y que se recuperaba bien de su enfermedad. La carta —primera actualización substancial sobre su salud en más de un año— detalla los medicamentos que Clinton está tomando, su nivel de colesterol y otros resultados de un examen médico.
En una entrevista radial grabada que fue transmitida el jueves por la mañana, Clinton dijo al programa “Tom Joyner Morning Show” que se sentía mucho mejor y que estaba “realmente contenta”. “Finalmente seguí el consejo de mi médico y me tomé algunos días de descanso en lugar de seguir trabajando, algo que pienso es una experiencia común para mucha gente”, agregó. Trump dice que él también planea dar a conocer detalles de su reciente examen físico, aunque no está claro cuánta información va a proveer.
Hasta ahora, el empresario solamente ha dado a conocer una carta, objeto de burlas, en la que su médico declara que él sería el presidente más saludable en la historia. El republicano le entregó un resumen de una página de su reciente examen médico al doctor Mehmet Oz en un episodio del programa televisivo de éste. Una nota de prensa del programa dijo que “el doctor Oz hizo al señor Trump una revisión plena de sus sistemas”, incluso su sistema nervioso, la salud cardiovascular, la salud de la próstata y la historia médica familiar”.
El programa estaba por salir al aire el jueves y la campaña declinó revelar inmediatamente los resultados. Trump dijo en una entrevista telefónica el jueves con el programa “Fox and Friends” que tiene una estatura de 6,3 pies (1,87 metros) y pesa 236 libras (107 kilos), lo que le da un índice de masa corporal que le coloca en la categoría de “sobrepeso”.
Aunque Clinton ha revelado más información que Trump — tanto de salud como de su historia financiera —, el manejo de su enfermedad por parte de su equipo de campaña resalta su tendencia a la privacidad, algo que ha contribuido a la falta de confianza de la ciudadanía en la exsecretaria de Estado.