WASHINGTON, (EFE).- La senadora y precandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos Hillary Clinton se mostró ayer partidaria de solucionar las diferencias entre Washington y Teherán diplomáticamente, aunque indicó que habría “consecuencias serias” si interrumpieran sus suministros de petróleo.

En un acto electoral celebrado en el estado de Carolina del Sur, Clinton se refirió, en contestación a una pregunta, a su postura en relación a Irán en caso de que lograra la presidencia de EE.UU.

Clinton consideró que un corte de suministros sería “devastador para la economía mundial».

Si EE.UU. decidiera como respuesta atacar a Irán “sería el último recurso, no el primero».

“Porque necesitamos que el mundo esté de acuerdo con nosotros en la amenaza que supone Irán para todos”, sostuvo.

En caso de llegar a ser presidenta de Estados Unidos, lo primero que haría en relación a este asunto sería “abrir inmediatamente una negociación diplomática con Irán sobre todos los temas en los que estamos en desacuerdo”, subrayó.

Por último, defendió su reciente voto de apoyo en el Senado estadounidense para denominar a la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista, lo que fue tachado por muchos de sus críticos como un apoyo a la guerra.

Sin embargo, Clinton opinó hoy que su voto es consistente con su estrategia de querer negociar.

“Ellos apoyan el envío de armas a Irak ahora mismo, que se usan contra nuestras tropas”, concluyó Clinton.