WASHINGTON. EFE. Los senadores demócratas Barack Obama y Hillary Clinton protagonizan ayer un último esfuerzo para asegurar votos en Wisconsin que, junto con Hawai, el estado natal de Obama, tiene hoy cita con las urnas.
Los oponentes demócratas se juegan 92 delegados en las primarias de Wisconsin y 20 en los caucus de Hawai, reuniones informales de electores que votan a mano alzada.
La reñida campaña en el frente demócrata captó ayer la mayor parte de la atención de los medios de comunicación estadounidenses, ya que en el bando republicano la pugna está extraoficialmente resuelta en favor de John McCain.
El senador por Arizona, que según los últimos recuentos de CNN cuenta ya con más de 800 de los 1,191 delegados necesarios para hacerse con la candidatura presidencial, recibió hoy el respaldo del ex presidente George Bush.
El padre del actual inquilino de la Casa Blanca aseguró que nadie mejor que McCain para liderar a Estados Unidos en tiempos difíciles como los actuales.
Ese espaldarazo, que distintos observadores interpretan como un llamamiento a los miembros del partido a cerrar filas en torno a McCain, consolida su ya afianzado liderazgo en la carrera por la candidatura presidencial republicana.
Menos claro está el panorama en el bando demócrata, entre Obama y Hillary, donde cobra cada vez más cuerpo la posibilidad de que ninguno de los dos rivales en liza alcance los 2,025 delegados para lograr la candidatura.
En caso de empate
La última palabra la tendrían los cerca de 800 superdelegados, miembros elegidos o designados por el partido que no tienen comprometido su voto y que podrían elegir al ganador en la convención de finales de agosto en Denver (Colorado).
Hillary y Obama parecen de todos modos dispuestos a combatir.