“Quisqueyanos valientes alcemos….Nuestro invicto glorioso pendón…pueblo intrépido y fuerte…en su pecho la llama del heroísmo…”
De las letras de nuestro canto patrio derivamos la fortaleza, heroicidad e intrepidez del pueblo dominicano.
Fortaleza, por su resistencia a adversidades
Heroicidad, por su capacidad para emprender hazañas y revestirse de valentía y osadía para alcanzar logros ambiciosos
Intrepidez para enfrentar adversidades sin temores.
Pocas veces en nuestra historia republicana, hemos tenido que testimoniar nuestra capacidad para superarcalamidades y vicisitudes como ahora nos encontramos conla pandemia del Coronavirus.
Al tenor de la aspiración contenida en los versos de nuestro himno nacional escritos por el abogado, maestro y político, Emilio Prud’Homme a petición del Maestro José Reyes; el liderazgo contemporáneo ha de tomar la antorcha de relevo para inculcar en las generaciones presentes esos atributos y virtudes que los autores de nuestro himno recogieron, resaltaron y quisieron eternizar, partiendo del comportamiento de nuestros antepasados.
Sobrevivir y reconstruir el país abatido por el virus, requiere de esos atributos y virtudes.
Y tiene que protagonizarlos quisqueyanos, dominicanos, pueblo resistente, heroico e intrépido, de hoy. Para mantenernos invictos.
A diferencia de la resistencia, heroísmo e intrepidez protagonizados por nuestros soldados de ayer en las gestas independentistas, restauradoras y rescatadoras de nuestras soberanías; los dominicanos de hoy debemos alzar pendones que reclaman las presentes circunstancias: ciudadanos, empresas y organizaciones, levantar estandartespara convertirse enpromotoresdel Bien Común.
Así debe, puede y tiene que ser.
Ha de manifestarse tomando iniciativas para incrementar producción de bienes y servicios para satisfacer necesidades, reducidas por precariedades que sufrimos. Y generar oportunidades de trabajo para poder llevar el pan nuestro de cada día a la mesa de nuestros hogares.
Para que la reconstrucción sea sostenible y duradera, tiene que emanar de las entrañas dela sociedad. Traducir resistencia, heroicidad e intrepidez, en creatividad e iniciativas, de ideas y acciones que contribuyan a superar emergencias, encontrando soluciones a las urgencias de ahora contribuyentes a superar los problemas de siempre.
Así ha sido y tendrá que ser ahora para seguir invictos.
Compete al Estadoalentar, no inhibir ni frenar, la creatividad e iniciativas. Y contar con ellas para aliviar elfardo que carga.
La ampliación deprogramas asistenciales anunciada recientemente por el Presidente Medina deben verse como medidas coyunturales de emergencia; no como disposiciones potencialmente conducentes a seguir enraizando la dependencia estatal.
Ojalá que vencido el plazo pautado, puedan concebirse programas que estimulen, apoyen, refuercen, complementen el esfuerzo individual y colectivo de las energías particulares: personales, empresariales y organizacionales.
Y que sean despojadas, para concitar pleno apoyo ciudadano,de asomos de aprovechamiento político.