Con frecuencia la gente comenta: “Yo soy candidata o candidato a padecer hipertensión, porque mi abuela, abuelo, madre, padre, eran hipertensos”. Sin embargo, esa creencia no necesariamente tiene que cumplirse, pues no es una condición sine qua non, y podría variar de acuerdo al modo de vida de las personas, a su conducta.
¿Cómo se puede cambiar la proyección de llegar a padecer de esta enfermedad, aún teniendo una predisposición hereditaria? Para dar esta respuesta buscamos a un experto, el cardiólogo Pedro Corniel, subdirector médico del Instituto Dominicano de Cardiología, quien afirma que esta condición puede surgir como consecuencia del estilo de vida.
“La hipertensión arterial puede ser de origen desconocido, que es la llamada hipertensión primaria y representa el 90 % de los casos, pero cuando logramos identificar una causa específica, entonces estamos hablando de hipertensión secundaria, categoría en la que se encuentra el 10 % de los pacientes. La hipertensión primaria es el resultado de la combinación de factores hereditarios y de factores conductuales, por lo que no siempre va a resultar por herencia, sino que puede surgir como consecuencia de un estilo de vida no saludable”, explica Corniel.
El facultativo precisa que, según estudios realizados respecto a la enfermedad cardiovascular, la contribución de la herencia puede variar de 35 a 70 %, pero si se toma una media de 50 %, la posibilidad de padecer hipertensión por herencia y el modo de vida sería igual para ambos.
Corniel indica que la herencia es multigénica, o sea, que se debe a pequeñas alteraciones de múltiples genes, lo que podría favorecer que en ocasiones se modifique el fenotipo (rasgos observables de un organismo como expresión del genotipo, la información genética que posee).
Añade, entonces: “Si cultivamos un estilo de vida saludable podemos evitar -o por lo menos atenuar- la manifestación de la hipertensión”.
Cuando hay predisposición. El cardiólogo refiere que cuando hay antecedentes hereditarios de hipertensión no siempre se puede evitar su padecimiento, “pero en muchas cosas es posible, solo hay que seguir las recomendaciones médicas”.
Edad de la hipertensión. Generalmente se cree que se presenta en edades avanzadas; no obstante, Corniel revela que es a partir de los 17 años cuando usualmente comienza la llamada hipertensión sistólica aislada de los adultos jóvenes.
El especialista destaca que los niños no están exentos de padecer esta enfermedad y puede ser de diferentes tipos, pero mayormente se trata de las señaladas en la categoría de hipertensión secundaria, que es la que tiene una causa específica.
“En la mayoría de los casos la hipertensión en los niños tiene una causa identificable, específica, por lo que en muchos de los casos es curable”.
El doctor Corniel precisa que las principales causas de hipertensión secundaria en los niños ocurren por las enfermedades del parénquima renal, la estrechez de las arterias renales, la coartación de la aorta, tumores en la corteza y en la médula de la glándula suprarrenal, enfermedades de la tiroides y de la paratiroides, entre otras.
Edad de mayor vulnerabilidad en los adultos. El profesional de la cardiología dice que la prevalencia de la hipertensión aumenta con la edad, intensificándose a partir de los 30 años.
“A los 50 años el 50 % de la población sufre de esta enfermedad, y a los 75 años se observa en el 90 % de la población”, afirma.
Manifestaciones de la hipertensión. Corniel señala que uno de los grandes problemas de esta enfermedad es que por lo general no suele presentar síntomas, lo que tiende a retrasar su diagnóstico y el tratamiento, obstaculizando la posibilidad de cumplir fielmente con el tratamiento requerido.
El cardiólogo señala que en los casos que se presentan síntomas, los más identificables son: fatiga, dolor de cabeza, sensación de un “peso” en la cabeza, vértigos, zumbidos de oído y palpitaciones.
Revela que la hipertensión ha existido desde tiempos inmemoriales, no obstante, en la sociedad moderna, producto de un estilo de vida agitado y extremadamente sedentario, esta enfermedad se la ha incrementado significativamente.
“Siempre ha habido hipertensos, pero el aumento del estrés, la vida sedentaria y la obesidad han disparado su prevalencia de la hipertensión”, dice.
Estadísticas de la enfermedad. Indica el cardiólogo, que existen alrededor de 1500 millones de hipertensos en el mundo, y que el país con mayor prevalencia es Alemania con alrededor de 60 %.
En los Estados Unidos la prevalencia es de 34 %, mientras que, según el estudio Emprefar 2017, en la República Dominicana, es de 31%. “Esto significa que más de tres millones de dominicanos son hipertensos”, añadió.
¿Cuáles son los parámetros de hipertensión? El experto señala que anteriormente el consenso mundial para hablar de hipertensión era cuando la presión sistólica y/o diastólica se encontraban persistentemente igual o mayor a 140/90 mmHg respectivamente. Sin embargo, las guías americanas publicada en el 2017 modificaron esas cifras y definieron que hay hipertensión cuando estas cifras son de 130/80 mmHg o más.
“De todas maneras, aunque hay controversias, y las guías europeas, asiáticas y latinoamericanas mantienen las cifras de 140/90 mmHg, de manera unánime se ha determinado que la presión arterial debe ser menor de 130/80 mmHg”, dice el doctor Pedro Corniel al concluir esta entrevista.
Recomendaciones
El Dr. Corniel aconseja
1) Controlar el peso. Mantener un índice de masa corporal entre 18 y 24.9. 2) Ejercitarse regularmente, haciendo al menos 150 minutos a la semana con actividades físicas moderadas e intensas, como caminar 10 000 pasos al día (5 km). 3) Consumir frutas y verduras (4.5 tazas o más al día). 4) Disminuir las grasas y los azúcares. 5) Eliminar el tabaquismo. 6) Eliminar el alcohol. 7) Moderar el consumo de café. 8) Controlar el estrés. 9) Hacer diariamente un cronograma de las actividades a realizar, y no aceptar dos actividades en un mismo horario. 10) Leer la Biblia 30 minutos al día. ¡Eso funciona!