Cuando el poeta dominicano Héctor Díaz, escribió el poema echa canción “Carmen”, que en una de sus estrofas decía lo siguiente –Te he querido olvidar y no he podido/ ni con que fin te seguiré queriendo/ sí vive el corazón desesperando/ y el alma de esperar languideciendo/ porque hasta en el más mino latido/ siempre pronuncio el corazón tú nombre; aparentemente eso le está pasando a los seguidores del negocio del juego deporte de las carreras de caballo en la República Dominicana, ya que el tiempo sigue pasando, y han tenido que conformarse con asistir a varias de las bancas de esta ciudad capital que aceptan jugadas de las carteleras que se presentan en el hipódromo Camarero de Puerto Rico, como una forma de efectuar jugada, quizás como una forma veleidosa de encontrar un filón de oro, si es que aciertan en una jugadas, ya que sus dividendos se pagan en dólares y que en vista de que la divisa con el peso dominicano está muy elevado sueñan con ser un feliz agraciado. De todos modos, la fans dominicana que sigue el espectáculo hípico en nuestro país, sigue esperando.