No será tarea fácil volver a normanizar la hípica en nuestro país, ya que después de tres meses en que el espectáculo dejó de presentarse en el hipódromo V Centenario, son muchos los fanáticos –que posiblemente- están disgustados con la forma en que fueron tratados por las autoridades que dirigían el evento, -que por falta de comunicación-, no llegaron a ponerse de acuerdo para que la litis llegara al extremos en que llegó, que fue necesario que el superior gobierno tuviera que tomar una decisión salomónica, tratando de salvar el negocio del juego deporte de las carreras de caballos en el país. Naturalmente, no es un secreto para todo el qué esté inmerso en el espectáculo de las carreras de caballos que producto del paro de las presentaciones de las carteleras hípicas en el V Centenario, la población caballar se deterioró grandemente, por no estar recibiendo el tratamiento adecuado, sobre todo el entrenamiento, aseo y alimentación; de ahí que muchos dueños de establos se llevaron sus productos para sus fincas. Las nuevas autoridades  tienen en sus manos cumplir.