“LOS CABALLOS ÁRABES SE BEBEN EL VIENTO”

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También los movimientos de los caballos árabes son distintos: su famosos pasos “flotante” es la zancada de los corredores de grandes distancias. Un día en el rancho de Bazy, montando una yegua tordilla llamada Beaulina, Donna Bolles, una menuda entrenadora, da órdenes y muchas indicaciones; ella me enseña a usar las piernas para lograr una buena comunicación corporal con el animal.

Beaulina está tan bien aleccionada que al sentir un ligero tirón de la rienda, seguido por un insignificante movimiento hacia atrás de una pierna, se entiende que debe ir a medio galope, y lo hace gustosa…aunque no tenga la menor idea de lo que se le ha pedido.

Al principio, sus progresos no son notables, pero una tarde la yegua empieza a trotar y se siente llevada por un poderoso ritmo que no se parece en nada a las bruscas sacudidas de los caballos comunes. Entonces se entiende por qué los corceles árabes son diferentes, su suave subeibaja semeja el batir de una enorme alas que pasan rozando el mar.