HÍPICA POR DENTRO

<P>HÍPICA POR DENTRO</P>

“LOS CABALLOS ÁRABES SE BEBEN EL BIENTO”

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Cuando hablan de lo que distingue a los caballos árabes, los expertos suelen hacer hincapié en la resistencia. Estos caballos son capaces de almacenar reservas casi imaginables de energía y aguante para ayudar –o simplemente complacer- a una persona que le sea familiar. Por lo general, los campeones pueden recorrer 93 millas de terreno difícil en menos de diez horas, y llegan a la meta con tanto brío que parece que podrían correr otras 18 millas.

Bazy creció oyendo la historia de su madre, a quien una pequeña yegua árabe llevó por traicioneras veredas de montaña de california, galopando desesperadamente para que alcanzara a ver a la abuela de Bazy, que estaba enferma. Entrada la noche, y tras recorrer 99 millas, llegaron a la costa; la yegua corrió por la playa, y se encabritó al ver el fulgor de la luz de la luna sobre la espuma del mar. Muy atrás, los caballos de carga apenas podrían avanzar, completamente agotados y con la cabeza colgando. Hasta aquí, parte de las historia escrita por Jennifer Lee Carrell, sobre la historia del caballo Árabe, que se beben el viento.

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