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La cantidad de caballos llevado por Pizarro y Cortez, a Perú, fueron unos 70, los cuales fueron usados con fines políticos, mandando a abandonar la aldea de Buenos Aires, también quedaron los caballos llevados por Mendoza los cuales se multiplicaron de tal manera que al llegar Garay en 1580 desde Asunción para volver a fundar, esta vez definitivamente, a la altura capital de la Argentina, se encontró con una extraordinaria abundancia de caballos cimarrones desparramados en una llanura que no tenía más confines que los Andes.
Por su parte Mendoza, también había traído caballos de Paraguay, descendientes éstos de los que Juan de Ayola, lugarteniente de Mendoza, habría llevado hasta allí en 1536 y de los que Cabeza de Vaca traído de España.
Un mercader de caballos Nicolás Federman agente de vaqueros alemanes, introdujo en 1530 los caballos en Venezuela.
A Colombia llegaron con Quezada en 1538 y con Belalcázar, por esos años, en lo que hoy es Ecuador. De ahí es que en aquel entonces en esa región se multiplico la crianza caballar en grado superlativo. Esta columna es para edificar a los lectores que gusta de conocer los detalles del hipismo.