LUIS MÁRQUEZ 
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Las yeguas reproductoras, siendo cruzadas y transfiriendo los embriones, pueden producir más de un potro al año, y una vez más, evaluar la calidad de sus producto en un periodo de tiempo muy corto. A nivel científico la técnica del transplante embrionario parece ser una ayuda ilimitada para el estudio genético en enfermedades genéticas y en relación madre y feto. Por ejemplo, podrá ser posible producir un grupo de hermanos y hermanas genéticamente iguales durante la misma temporada, con el objeto de aportar material para estudios y control de grupos en el trabajo genético. Y por último será posible refinar las razas en un periodo de tiempo más corto, por contar con grupos más grande de potros superiores añadiéndolos a los grandes criadores en un periodo de tiempo más reducido. En varias formas, lo que desquicia a los oponentes de la transferencia embrionaria. Una de sus grandes preocupaciones, es que con el uso de esta técnica, se pueden producir potros en masa a partir de las yeguas y sementales deseados, destruyendo la diversidad de las razas y creando un descontrol económico de los criadores. En el ganado vacuno, es posible producir en masa todos los productos introduciéndoles a las vacas compuestos químicos que causan superovulación.
