LOS QUE AÚN QUEDAMOS EN EL HIPISMO (2 de 2)
En la entrega del pasado martes, nos referíamos a las diferencias entre la hípica actual y del pasado, no porque no se presentaran problemas análogos a los de de ahora, pero se resolvían más pronto que inmediatamente, como se dice en el argot popular, ya que se respetaba a la gran familia hípica, que es la sostenedora del espectáculo, y a los inversionistas en su condición de dueños de caballos pura sangre; de ahí que las partes se entendían que las discrepancias tenían que resolverse con el diálogo, y, lo practicaban sin que la sangre llegara al río
Hoy lamentablemente- las cosas son distintas a las de otrora.