Hípica por dentro

Hípica por dentro

“EL ARABE, EL TURCO Y EL BERBERISCO”

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Contento con el botín que había logrado, Byerly comenzó a cuidar al caballo, procurando obtener su confianza.

La noble bestia, por el cariño del militar se entregó y permitió que Byerly fuera su jinete, ya como coronel del Séptimo Regimiento de Dragones, en la sangrienta batalla librada contra los Irlandeses en 1690, a orillas del río Boyne. Tiempo después desestimados todas las ofertas recibidas para vender a su caballo, Byerly se lo llevó a Inglaterra.

Allí “El Turco”, al cual se le agregó el nombre de Byerly, en justo homenaje a su dueño, llevándolo a una cabaña y cruzándolo con algunas yeguas Royal Mare Inglesas, inició la inmortalización de su nombre “Byerly Turk”, como pilar fundamental de la raza.

De esa línea, la del Turk , a través de los hijos de este: Parmer y Tartar, descendiente de Herod, nacido en 1758, y que, junto con Matchem y Eclipse, se convirtieron en los tres más formidables enrazadores de la especie.

El Derby Árabian, el otro ejemplar que componen el trío de los primeros padres que tuvo el elevage universal, no acreditada una vida tan llena de peligro y aventura como el Byerly Tufk. Con estas informaciones queremos mostrar a nuestros lectores sobre la historia de estos famosos clásicos y los ejemplares árabes en los eventos.

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