Como en la viña del señor aparecen todas clases de extrañezas, resulta ser que en todos los medios de la vida diaria hay personas que tienen la epidermis muy sensible, y cuando se les hacen algunas críticas, sin meditar consideran que es un ataque hacía su persona, y sin pensar que la observación que se difunde es correcta, lo que merece es un “Aplauso”.
Decimos esto, porque nosotros como articulista hemos tenido que hacer algunos señalamientos –sobre todo- en el acontecer hípico, ya que nuestros trabajos periodísticos que realizamos tres veces por semana en la páginas de deportivas del matutino “HOY”, se ralacionan única y exclusivamente sobre el deporte de los reyes, no solamente de nuestro país, sino también internacional. De ahí es que en esta entrega queremos referirnos a la actitud asumida de algunas personas, que no obstante a ser empleados del hipódromo V Centenario -de acuerdo a fuentes confiables- están tomando actitudes, que van en contra de los mandatos que solamente pueden autorizar la honorable Comisión Hípica Nacional, y no ninguna otra persona.