Hípica Por Dentro. “CUANDO ROMPIMOS LAS CADENAS DEL COLONIALISMO”

Hípica Por Dentro. “CUANDO ROMPIMOS LAS CADENAS DEL COLONIALISMO”

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Encerrados en un hábitat limitado y reducido, en el pasado aceptamos la interioridad de los caballos nativos como algo natural. Eran inferiores, si; pero con respecto a los productos de grandes potencias turfísticas, no frente a los de muchos elevages de cuños más recientes, que también hacían esfuerzos por mejorar. Sin embargo, sólo sabía saberse qué tan buenos eran nuestros caballos hasta cotejarlos con sus similares.
Era evidente que la cría del pura sangre caribeño era más o menos parecida. ¿Por qué no establecer un termómetro para conocer los respectivos avances? Dar contestación a la pregunta anterior, fue la esencia que nos impulsó a creer y mantener vigente el Clásico Internacional del Caribe, que años con años cobra mayor impulso.La idea de la competencia internacional de caballos de carrera no es nueva. Se inició en Europa, cuando él pura sangre atravesó el Canal de la Mancha y tomó carta de naturalización en los países del continente. Lo mismo sucedió cuando caballos europeos atravesaron el Atlántico y corrieron en la Unión Americana. Muchos años después, con la ayuda de la aeronáutica, los caballos empezaron a volar, haciendo realidad las fantasías de metodológico pegaso.

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