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El tiempo caliente del verano puede ser duro para un caballo, pero para los caballos de color claro y especialmente para los caballos con las narices rosadas puede haber un problema adicional único. En un día soleado de agosto, Patches, el claro rosillo castrado, llegó corriendo a la pradera echando atrás la cabeza y embistiendo contra la cerca y los arbustos. Por costumbre es un caballo calmado y amistoso, pero ese día no quería que se le tocara y estaba obviamente en tensión. Mientras se les observaba se quedó quieto de repente y empezó a ponérsele un morado alrededor de su nariz rosada y de su ojo azul. Los que lo observaban, habían leído mucho acerca de la cianosis en historias detectivescas y empezaron a pensar en venenos y embolias mientras telefonearon al veterinario. Para cuando llegó la ayuda, Patches tenía la lengua hinchada, estaba anormalmente quieto y obviamente sufriendo. El veterinario no estaba seguro de su diagnóstico y no era muy alentador su pronóstico. De lo único que estaba seguro era de teníamos un animal muy enfermo. Se administraron al caballo inyecciones de un antihistamínico y de cortisona. Una hora más tarde, cuando el sol bajó, la medina haber hecho su efecto y otra vez el caballo estaba pastando. Ya no se estaba morado alrededor de la nariz y de los ojos. Estas áreas estaban ahora y escurriendo. Se veía peor pero obviamente se sentía mejor.