Si todo ello se cumple con estrictez, admitiendo el más amplio control, es indiscutible que se “cría en pureza”.
Que es lo que ha ocurrido en Inglaterra una vez formada la raza, como asimismo en todos los países donde existe su cría organizada.
El caballo de carrera es criado “en pureza”. Como lo es desde hace muchos años.
Su actual valor económico hace cada vez más justificado el control de esa “pureza”.
Sin la seguridad pertinente, la creciente universalidad y gravitación económica del caballo de carrera desaparecerían rápidamente.
De la modalidad fundamental y estricta que impera en su cría han surgidos las diversas denominaciones que hemos mencionados.
Estimo que el empleo de la palabra o la expresión de “pura sangre” o “fina sangre”, u otras equivalentes, sólo tiende a individualizar una raza definida, fija, de innegables características privativas.
La discusión teórica que el empleo de esos términos puede motivarse de ante la claridad de la designación inglesa “Thoroughbread”, que elimina toda duda conceptual.
Continuaremos..
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