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En su segunda y última campaña “ST. SIMON”, repitiendo lo del año anterior, venció en todas pruebas en que fue presentado, algunas de brillante jerarquía, como la Ascot Gold Cup. El mal genio del caballo, heredado del ingobernable “GALOPIN” –su padre, obligó a retirarlo de la pista, a pesar de tener intactas sus noble fuerzas corredoras. Llevado al haras, su carácter se hizo más difícil protagonizando infinidad de accidentes, por su costumbre de querer morder y cocear a las yeguas que le presentaban para ser servidas. St. Simon, murió a la avanzada edad, para un caballo, de 27 años, luego de cubrir 775 yeguas, de las cuales dejó preñadas 554, naciendo 423 hijos, que luego fueron vencedores en 571 carreras. El hijo de Galopin encabezó siete años las estadísticas de padrillos en Gran Bretaña, y la de abuelo materno en otras seis temporadas. Entre sus más destacados descendientes, que luego lo consagraron como el formidable jefe de raza que conoce la historia. Figuran Persimmon, Semolina, La Fleche, Amiable, Memoir, Mrs. Butterwick, Diamonad Jubilee, este gran padrillo en el haras Las Ortigas, que heredara de su padre, parte de su capacidad corredora en Gran Bretaña. (muchos de estos datos fueron tomados de la historia.