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La vida productiva de un caballo depende de la que se le dedique, del cuidado que se les dé, y de la resistencia que posea. Para poder obtener de él lo que deseamos es necesario “dedicarle mucha atención”. Hay animales que poseen determinadas cualidades que lo hacen insustituibles. Con poco que coman es suficiente, se mantienen gordos y entusiastas para su trabajo; el pelo siempre está brilloso y tal parece que siempre se encuentran con “buenas vibraciones”. La energía, sobriedad, rusticidad, y nobleza son “virtudes” que siempre quisiéramos encontrar en un caballo. Pero es la responsabilidad del hombre darle alimento “cobija” y buen cuidado ya que lo ha domesticado y se sirve de él. ¿Qué hacer para que siempre conserve buena salud? Es la pregunta que a menudo hace la persona responsable y que ama al caballo. Desde el punto de vista zootécnico debemos hacer lo siguiente: 1.- Buen Manejo.