“TOMANDO LAS HUELLAS DIGITALES DE LOS CABALLOS”
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Revisando un trabajo de la revista “The Western Horseman”, de Colorado Spring, en la que se da cuenta de un aparato ordenador de una computadora que registra las castañas del caballo –que son equivalentes a las huellas humana- para identificación positiva durante toda la vida del animal.
En una ocasión se robaron un caballo propiedad del señor Vern Taylor. Él sabía quién se lo había llevado y dónde estaba, pero el caballo murió antes de que pudiera reunir las pruebas legales necesarias para recuperarlo.
En una ocasión, un animoso, pero tramposo tipo de Nueva York, corrió dos caballos idénticos con el mismo nombre. El lento corrió y el monto subió. Después lo sustituyó por el “doble” veloz y el caballista sin escrúpulo gozó un platal; bueno hasta que fue aprehendido.