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Esa gran visión, de Federico Tesio permitió que Nogara, una de las grandes yeguas, fuera servida por Pharos, el notable jefe de raza inglés. De esa unión nació “Nearco”, ganador clásico que luego, ya en el hara, llegó a convertirse en uno de los más notables padrillos del siglo, superado, muchos años después, por la inigualable producción de uno de sus nietos, el canadiense Northern Dance. Cuando se deja caer el interrogante sobre la capacidad de caballos corredores o padrillos de nota, es posible que surjan algunas controversias; pero cuando se trata de identificar el más grande criador de caballos pura sangre de carrera, nadie duda en invocar un nombre: Federico Tesio. No podemos asegurar si aquellos conceptos fueron exagerados, pero sí afirmar gran parte de la gloria negada en las pistas.