(2 de 4)

El oyente, que ha metido el apéndice auricular, calcula rápidamente; si faltan cuatro días, sobran cuatro segundos, y afirma luego a sus amigos. El caballo Pérez hará un minuto y treinta y ocho segundos en los mil metros el sábado próximo, batirá el récord de Nika y del “El Secreto” corre de boca en boca sufriendo las modificaciones de que hablaremos más adelante con el éxito letal que ustedes pueden suponerse. b) otro origen puede ser debido a falsas interpretaciones.
Supóngase los lectores a un entrenador de esos que hacen correr las pistas a sus caballos en los dos sentidos –sin dudas para desmarcarlos- un oyente coge lo siguiente:
Hoy Arturo traqueó tal caballo, no igualó el récord por un segundo, luego lo estuvo entrenando a la derecha. El orejero pierde el final de la charla, pero no importa, oyó lo necesario y él tienen el sentido común suficiente para sacar por deducción y lógica lo demás, de forma –piensa- que primero le faltó un segundo para igualar el récord y esto fue corriendo de cualquier manera puesto que luego fue cuando lo empezó a correr a la “derecha” “líneas habermus” y el sábado pierden los 383 confidentes que participaron en la confidencias. Los lectores gustan de este tema de la hípica.