Hípica Por Dentro. “EL CABALLO DE CARRERA EN JAPÓN”

Hípica Por Dentro. “EL CABALLO DE CARRERA EN JAPÓN”

(4 de 12)
Cuando en el Japón, se incorporaron ejemplares de la raza árabe, los que además de ser empleados en las carreras que se expandían paulatinamente, motivaron importantes etapas de cruzamiento y mestización. Ello no obstante, la verdadera iniciación del turf y el elevage del Japón, adaptada a las características imperantes en la cuna del pura sangre de carrera, se produjo a principio de siglo, al ser importadas en 1907, veinte yeguas madres y un padrillo de Inglaterra por el establecimiento de cría Koiwai. A partir de entonces, el entusiasmo por las carreras de caballos –y el juego que posibilitaban- creció vertiginosamente en Japón, motivando la emulación entre haras de particulares, como el que he mencionado anteriormente, de la organización Mitsubishi, los de propiedad estatal y el Shimofusa Imperial. Cuando estalló la última guerra mundial, ya se habían importado aproximadamente ciento cincuenta caballos pura sangre de carrera, los que en su mayor parte fueron destinados a servir yeguas árabes, originando una intensa producción de anglo-árabes. Los de orígenes más selectos fueron incorporados a la cría del pura sangre de carrera, en base a una trescientas yeguas madres con pedigree debidamente controlado.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas