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Antes de la caída del sistema comunista en la Unión Soviética, existían más de setenta hipódromos. Los más famosos eran los siguientes: Piatigorsk, Kiev, Rostov, y Tbilisi. El de Moscú era el más grande. Tenía cuatro pistas, una de suelo natural, de 1800 metros de largo, destinada a las carreras. Otra de 1,600 metros de alquitrán, para ejercitar los trotadores. También otras dos pistas de trabajo, una de hormigón recubierta de tierra, y otra de arena. Las carreras se realizaban todo el año en Moscú, tres veces por semana Miércoles, Viernes y Domingo, pero también se utilizaba el hipódromo para los concursos hípicos que se disputaban de mayo a septiembre. La entrada costaban 20, 40 y 80 Kopes según la ocupación. El Estado se reservaba el 25 por ciento de las entradas.