Cuando fue inaugurado el Hipódromo Perla Antillana, un 23 de febrero del 1944, no se contaba con una cámara que determinara real y efectivamente la llegada a la meta en forma cerrada de dos o más ejemplares la forma en que se determinaba la llegada de todas la posiciones era en forma visual por el voto de dos de los tres miembros del Jurado, ya que en aquel entonces la pista era de 1,000 y la meta estaba frente del Grand Stand. Como era natural, el fanático veía la llegada al espejo dependiendo del ángulo en que se encontraba, de ahí es que cuando no existía la Cámara del Foto-Finish se venía especulando de cierta duda de las fanaticada cuando se oficializaba una carrera cuando los ejemplares llegaban a la meta en forma muy cerrada, o como se reza en en el argot hípico “cabeza a cabeza” en tal sentido se introdujo por orden del superior gobierno la instalación de la referida cámara.
Para la instalación de la cámara del Foto-Finish, en desparecido Hipódromo Perla Antillana, fue necesario construir una torre en el lado lateral derecho del Grand Stand, ya que al ser ampliada la pista de 1,000 metros a 1,200 metros, la meta quedó al frente de la nueva torre. Para la instalación de dicha cámara, vinieron al país técnicos.