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El estudio del comportamiento de los cromosomas llevó a la conclusión de que en ellos estaban las órdenes para la herencia y, cuando se descubrieron los papeles del monge “MENDEL” en 1900, en Holanda, Alemania y Austria, simultáneamente, todo quedó aclarado.
Los cromosomas eran el aparato físico de la herencia. El papel que Mendel publicó en 1866 era nada menos que la descripción, en términos de genética, de lo que los microscopistas estaban viendo y la forma en que los cromosomas se separan y son transmitidos de generación en generación.
El descubrimiento de los papeles de Mendel causó sensación; pero al repetirse sus experimentos, se encontró que las leyes descubiertas por el monge agustino eran ciertas solamente cuando se limitaban a las siete características del chícharo; pero faltaban cuando se experimentaba con otras plantas o animales.
Se vio que algunos caracteres no se manifestaban independientemente; la mayor parte del tiempo estaban unidos con otros caracteres sin relación con ellos. Los lectores de esta columna seguidores de la hípica gustan de estos datos para conocer mejor a los ejemplares y la forma de trabajar de los dueños y los entrenadores.