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El tratamiento aplicado a `potros y potrancas resultó positivo, incluso en casos de grandes hernias. La potranca se mantuvo bajo observación desde el momento en que se le diagnosticó la hernia. Algunas hernias se observan desde el nacimiento, otras no se manifiestan sino hasta uno o dos meses después. En ocasiones el primer signo solamente un abultamiento en el ombligo. En muchos casos, el pequeño abultamiento duplica su tamaño de la noche a la mañana. Esto se puede deber a que el potro o la potranca se ejercite y probablemente se estire en forma incorrecta. El ejercicio ayuda a empujar a la proyección y aumentar la hernia. La empalmadura es uno de los procedimientos más sencillos de tratar hernias pequeñas, según el doctor Pankau. Se debe hacer un examen para ver de que el pedazo de víscera no esté herniado. Una hernia no tratada que tiene una porción de intestino, puede estrangularse.