En el vientre, el feto lleva una vida más activa de lo que se cree. No sólo mueve sus extremidades, abre sus ojos y boca o reconoce sonidos y la luz… ¡también puede experimentar hipo!

Desde el segundo trimestre del embarazo, pero más especialmente en el tercer trimestre, el bebé tendrá hipo con cierta frecuencia y, contrario a lo que pueda estar pensando, que esto suceda se considera esto como un signo de que el bebé se encuentra en buen estado. Especialistas de la salud consideran, incluso, que el hipo fetal, como se le conoce, es importante para el desarrollo del sistema respiratorio del bebé.

El doctor Marcos Díaz Guillén, pediatra y neonatólogo, explica que normalmente el hipo se produce en el niño y el adulto después de una comida copiosa. El bebé no come alimento sólido en el vientre, pero sí líquido y esta es parte de la explicación del hipo fetal.

“En el vientre materno el feto ya está deglutiendo líquido amniótico… En el pulmón del feto no entra aire, pero si entra líquido amniótico y se cree, que esto sucede para mantener lubricado el pulmón fetal. Como una manera de empezar a ejercitarse en lo que será su función respiratoria, el diafragma empieza a contraerse al estímulo del líquido amniótico en el pulmón fetal produciéndose el hipo, que no es más que una contracción involuntaria del músculo más importante de la respiración en el ser humano”, expone Díaz Guillén.

Estas contracciones que para los ya vivos resulta tan molesta, es un entrenamiento de los pulmones previo al nacimiento.

El pediatra agrega que al cortar el cordón umbilical queda interrumpido el suministro de oxígeno a través de la placenta, por lo que el recién nacido debe comenzar a respirar por sí solo inmediatamente.

“En ese momento, sus pulmones deberán expandirse y el diafragma, el músculo respiratorio por excelencia empezará a contraerse, y con el entrenamiento previo que se ha producido con el hipo, ese proceso se producirá de una manera muy fisiológica.

Para el pediatra es frecuente recibir a muchos recién nacidos todavía con hipo”, dice.

Pataditas extrañas. Como todos los movimientos del bebé, las madres pueden sentir cuando este tiene hipo, pero usualmente no lo toman con tanta gracia la primera vez.

El hipo es una contractura, un movimiento espasmódico corto con un ritmo regular, según señala el especialista, por lo que la madre lo diferenciará de los movimientos habituales y puede llegar a preocuparse por estas pataditas extrañas, leves y constantes.

Estas contracciones pueden extenderse de unos minutos a unas horas, sin que esto represente ningún peligro para el feto.